Política

12 de octubre: Fue genocidio

Los Pueblos y Naciones Indígenas de Buenos Aires convocaron el sábado y el domingo al contrafestejo del mal llamado «Día de la raza» y “Descubrimiento de América”. El 12 de octubre de 1492 marcó el inicio de la invasión y el genocidio más grande de la historia de la humanidad. No hay nada que celebrar: ese día comenzó un proceso de despojo, sometimiento y resistencia que continúa hasta hoy.

En un comunicado, los Pueblos y Naciones Indígenas repudiaron la restauración del 12 de octubre como “Día de la Raza”, la derogación de la Ley 26.160 de propiedad comunitaria indígena, el proyecto RIGI que entrega nuestros territorios y bienes comunes a las corporaciones, el avance del proyecto IRSA que profundiza la especulación inmobiliaria y el despojo territorial, la privatización del agua en manos de la empresa israelí Mekorot y la persecución, criminalización y desalojo de las comunidades impulsados por el actual gobierno.  En la ciudad de Buenos Aires, el domingo 12 de octubre a las 18 hs, se dió inicio a la histórica marcha de los Pueblos y Naciones originarias, que partió desde Congreso y recorrió el centro porteño junto a organizaciones sociales, ambientalistas y de DDHH.

Enrique Mamani, integrante de la comunidad Colla,  miembro del grupo de Sikuris del Arcoiris y parte de la comisión organizadora del contra festejo relata las dificultades que tuvieron para organizar el contrafestejo: «Nos ha tocado lamentablemente el hostigamiento de un sistema y un gobierno. Hace 45 años hacemos una actividad en este lugar, en este espacio. Hace 45 años venimos los dos días y no hacemos absolutamente más que recordar a nuestros ancestros, recordamos a nuestros muertos que dejaron la vida por una manera distinta de ver la vida. El año pasado no nos dejaron poner el escenario, ni armar sonido, y este año se repitió. No dejaron poner puestos de feria para que nuestros hermanos y hermanas muestren sus artesanías. Hoy estamos financiando con nuestros sueldos y jubilaciones, esta actividad».

Además, Mamami comenta sobre las medidas del gobierno nacional que ve a las comunidades como «peligrosas para un gobierno y sistema capitalista. Nos oponemos al RIGI y a todo lo que tenga que ver con la explotación de nuestra madre tierra. No queremos mineras en nuestros territorios y nos persiguen por terroristas. Somos terroristas porque defendemos la tierra, en eso sí. La defendemos para que todxs puedan comer y nuestros hijos puedan comer, tener agua y disfrutar la vida. Los originarios somos entonces terroristas porque defendemos eso».

Parte de la lectura del documento en el acto, exclamó a viva voz que lxs indígenas «reafirman su identidad como milenarias naciones originarias de este continente, rompiendo las cadenas de la esclavitud, como así también las cadenas de la imposición de una organización social y política destructiva, vertical e individualista, por lo tanto egoísta, acumulativa, autoritaria y competitiva hasta al agresión».

Los pueblos originarios con nuestra cosmovisión milenaria seguiremos sosteniendo la armonía de la madre naturaleza que nos vuelve a reunir hermanados por la memoria, la dignidad de nuestros ancestros y ancestras, siendo conscientes que todas las vida vienen y vuelven de ella, para la continuidad cíclica de la vida.

*Producción: Charco de Arena.