Bajo la consigna «30 veces Nunca Más: sepan Cumplir. ¿Dónde Están?», el pasado martes 20 de mayo se realizó la 30va marcha del silencio en Montevideo, Uruguay, con una masiva participación de alrededor de 300.000 personas.
Como todos los años desde 1996, la marcha del silencio convocada por Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones entre ellas la Universidad de la República (Udelar) y la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), es un llamado a mantener viva la memoria y pedir justicia por las víctimas de la dictadura uruguaya entre 1973 y 1985, que siguen esperando una respuesta por parte del Estado. En este marco, el mes de mayo se ha reconocido en Uruguay como el «Mes de la Memoria». La fecha de la marcha conmemora también los asesinatos de los legisladores uruguayos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, así como de Rosario Barredo y William Whitelaw, a manos de fuerzas represivas en Buenos Aires, Argentina, en 1976.
Este año, bajo la consigna «30 veces Nunca Más: sepan Cumplir. ¿Dónde Están?», el pasado martes 20 de mayo diversas organizaciones, sobrevivientes y ciudadanos reclamaron las incumplidas promesas de campaña de frente amplio en relación a esta temática. Victoria Sequeira, activista por los derechos humanos, integrante del colectivo Jacarandá Cultura por la Memoria e hija de ex presos políticos de la dictadura uruguaya, expresó que la participación fue multitudinaria y que «se vivió mucha emoción por ver muchísima gente joven, ya que nos quedan cuatro madres vivas que siguen esperando respuesta. Empezó siendo una marcha muy chiquita, de hecho recuerdo que en el ’96 éramos 25 personas, incluso familiares directos todavía no marchaban. Estas mujeres inmensas empezaron a marchar solitas con los carteles de sus hijos y también de hijos de madres que ya no estaban».

Sequeira remarcó la necesidad de poner el tema sobre la mesa no sólo en materia de políticas públicas, sino también en la próxima votación del presupuesto. «Lo que tienen que hacer los gobiernos es entrar a los cuarteles, abrir la cajas fuertes y sacar los documentos donde sabemos que está la información» Y agregó que «hay formas con las que pueden colaborar que sería dotando de más presupuesto a los grupos de búsqueda, cautelando los dos cementerios que tenemos que son el batallón 13 y 14».
Finalmente, la activista volvió sobre la necesidad de despegar los derechos humanos de la política partidaria y señaló que «ha corrido mucha sangre para defenderlos, en general siempre de la sociedad civil y no de la clase política. Que la gente siempre recuerde eso, no importa de que partido seas o simpatices, estas a favor o en contra de la protección de los derechos humanos».
Producción: Charco de Arena