Política Violencia institucional

A 23 años de la Masacre de Avellaneda continúa la lucha de Darío y Maxi

El próximo 25 de junio tendrá lugar una nueva jornada cultural en la Estación Darío y Maxi en Avellaneda. A 23 años del asesinato de los dos jóvenes piqueteros a manos de la policía bonaerense, sus familiares y amigos junto a diferentes organizaciones sociales realizarán el acto para recordarlos y continuar exigiendo una justicia plena que pueda investigar y determinar las responsabilidades políticas del brutal operativo represivo del 26 de junio de 2002 para impedir la marcha de los movimientos piqueteros. Por entonces, el país atravesaba una profunda crisis económica y social luego del estallido de diciembre de 2001, Eduardo Duhalde era presidente, Felipe Solá gobernador de la provincia de Buenos Aires y Aníbal Fernández secretario general de la presidencia, los tres funcionarios tuvieron bajo su responsabilidad el despliegue represivo que terminó con la vida de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el Puente Puyerrredón. 

Alberto Santillán, padre de Darío, afirmó que «se van a cumplir 23 años y nosotros como familiares y toda la compañerada venimos exigiendo justicia. No tenemos una justicia plena, porque encarcelaron a los asesinos de Fanchiotti y Acosta pero nunca fueron a declarar los verdaderos responsables que son los políticos, Duhalde, Felipe Solá, Aníbal Fernández. Mientras nosotros seguimos exigiendo justicia hace pocas semanas liberaron a uno de los asesinos que es el ex cabo de la bonaerense, Alejandro Acosta, y dentro de poco también va a salir el otro asesino, Alfredo Fanchiotti. La lucha es lo que nos queda, lo que venimos llevando hace 23 años y por más que no tengamos justicia sabemos que la condena social está. Siempre bien en alto Dari y su pensamiento, su parte humana inmensa como la de Maximiliano Kosteki».  

«Siempre resalto que la estación que fue llamada Darío Santillán y Maximiliano Kosteki es un lugar de muerte y resurrección. Pensaron que los mataban pero siguen vivos», afirmó Alberto. «A mi me estremece el pensar porque cuando voy a la estación, camino donde mi hijo caminó, camino donde mi hijo se desangró. Tengo tremendo respeto por mi hijo y lo amo, pero también todos sabemos cómo lo mataron a Darío, pero nos tenemos que quedar con cómo Darío vivió». 

En estos 23 años de lucha la convocatoria consistía en la realización de una vigilia y la marcha sobre el Puente Pueyrredón, sin embargo, los protocolos represivos del gobierno representan una amenaza como hace 23 años y tal como señaló Alberto Santillán, «con Bullrich es imposible, si pretendemos subir van a hacer lo que más les gusta, cagarnos a trompadas y no queremos más muertos. El acto seguramente lo haremos en la base del puente pero no dejaremos de hacer el acto y de señalar a los verdaderos responsables políticos y la corrupción de la justicia. Tampoco nos tenemos que olvidar que la inmensa mayoría del arco político apaña a estos asesinos. Son muy pocos los políticos que a uno le abren la puerta o nos acompañan en el pedido de justicia. La mayoría apaña a Duhalde, Aníbal Fernández, o Felipe Solá que por ejemplo, en el gobierno de Cristina fue canciller. Sabemos que la justicia actúa según el humor de la política.

Producción y foto: Charco de arena