El documento unificado leido en la Plaza de Mayo como parte del 49º aniversario del último golpe cívico-militar-eclesiástico volvió a exigir que nos digan: ¿Dónde están?.
Madres, Abuelas de Plaza de Mayo y organismos de DD.HH. apuntaron contra las políticas negacionistas del gobierno de Javier Milei, exigieron juicio y castigo a los genocidas y la desclasificación de archivos para conocer dónde están los bebés apropiados y las personas desaparecidas.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, pidió «de toda la sociedad» para encontrar a los nietos y las nietas que todavía no restituyeron su identidad y recordó que el nieto 138 y la nieta 139 nunca habían sospechado de su origen. «La apropiación es una desaparición forzada, y hasta tanto no se conozca la identidad, se sigue cometiendo. Necesitamos de toda la sociedad para encontrarlos a todos, nunca es tarde», remarcó la activista por los derechos humanos, y pidió que las personas con dudas sobre su identidad se acerquen a la organización. Remarcó que: «sus familias tienen derecho a la verdad y al reencuentro. El Estado debe garantizar la restitución de la identidad de los nietos y nietas».
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, por su parte, invocó algunas partes de la canción La Memoria de León Gieco, denunció la situación de pobreza en la que viven cada vez más familias, el vacimiento de políticas de asistencia a los más vulnerados, rechazó los despidos y vaciamiento de la salud y educación públicas: «Vaciar es cerrar».
Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, cerró afirmando: «Realmente esta marcha va a ser histórica, porque logramos la unidad después de mucho tiempo. Estamos demostrando con los hechos no con las palabras, que un pueblo unido, jamás será vencido. No nos han vencido».








