Política

Analia Kalinec del colectivo Historias Desobedientes: “Hay un reclamo perverso que hacen personas como mi papá”

Las elecciones generales 2023 estuvieron teñidas por discursos políticos que reivindicaban teorías negacionistas, y que ninguneaban los derechos humanos. Estos discursos buscaban poner a “victimarios como víctimas”, tal como afirma Analia Kalinec, fundadora del colectivo Historias desobedientes, quien se refiere a su padre, el genocida Eduardo Kalinec. 

Analía es fundadora de uno de los grupos de familiares de genocidas: Historias Desobedientes. Ella es hija de Eduardo Emilio Kalinec, ex comisario de la Policía Federal conocido como ”Dr. K”, quien estuvo en el Circuito Atlético Banco Olimpo (ABO), y “es una de las personas que está envalentonada en la Justicia intentando reabrir causas”. 

Cuando tiene que referirse a su progenitor no duda en decir que “es un genocida”. “Mi papá fue juzgado y condenado por crímenes de lesa humanidad por su participación en el Circuito Atlético Banco Olimpo dentro de la Megacausa del Primer Cuerpo del Ejército, y ya hace más de 18 años que está preso. Quedó detenido en agosto del 2005 y actualmente se le ha otorgado el beneficio de las salidas transitorias”. 

En los últimos días le volvieron a negar al ex comisario de la Policía Federal la prisión domiciliaria “porque él sigue gestionando la prisión domiciliaria, también se le negó una ampliación de las salidas transitorias”, contó Analía, y agregó: “Lo cierto es que él ya tiene muchos años de condena y sigue activo desde el peor lugar, desde el lugar más oscuro. Se presenta como querellante, se presenta como víctima; un victimario presentándose como víctima”.

Para referirse al contexto sociopolítico, Analía recordó a Daniel Feierstein cuando se refiere al “combo de Teoría de los dos demonios recargado, donde lo que intentan es equiparar los crímenes de lesa humanidad con los delitos que se cometieron o que eventualmente pudieron haber sido cometidos por grupos insurgentes y que no fueron debidamente juzgados porque las personas de esos presuntos crímenes fueron secuestradas, torturadas, desaparecidas”.

“Por eso hay un reclamo medio perverso que se hace desde personas como mi papá, que lo que intentan todo el tiempo es esto: primero buscar un resarcimiento económico, porque detrás de todo esto hay un intento de querer buscar una indemnización por parte del Estado a través de daños que ellos dicen que sufrieron, que no los denunciaron oportunamente”. También aclaró: “Me parece que viene con un clima de época, de la mano de la candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel que es también cabeza y punta de lanza de todo este movimiento y una operadora política de estos sectores tan oscuros”.

Durante la entrevista en la transmisión colaborativa de los medios comunitarios, Lado C Volumen dos, Kalined destacó cómo “producto de una conciencia social, del trabajo de los organismos de derechos humanos, de su materialización en políticas públicas y de los juicios a los responsables hubo un consenso acerca del Nunca Más, acerca de que esto fue genocidio, acerca de esto no fue una guerra”.

Además remarcó que “producto de toda esa lucha, de toda esa conciencia hoy los familiares de los genocidas estamos acá por los derechos humanos acompañando a las víctimas, un sector. Hay otro sector que quedó todavía atrapado en esa lógica de pensamiento, que sigue compartiendo esas cosmovisiones del mundo, que sigue pensando acorde al pensamiento genocida y nosotros lo que salimos es a decir ‘los familiares de los genocidas también tenemos la responsabilidad y el deber ético y moral de repudiar los crímenes que cometieron nuestros familiares’ cosa que Victoria Villarruel no hace”.

El colectivo Historias Desobedientes surgió en pleno Gobierno macrista, “un gobierno negacionista, un gobierno que no disimuló su desprecio por los derechos humanos y por toda la lucha y por todas las conquistas que habíamos tenido”.

“Lo que nos está pasando en este último tiempo es que se están sumando muchos nietos y nietas desobedientes, como un fenómeno nuevo que nos está obligando dentro de Historias Desobedientes a pensar otras lecturas, otros manejos de las redes, otras formas de entender y me parece que hay algo de estas nuevas generaciones que tienen que construir ellas mismas. Obviamente que estamos nosotros, que también venimos haciendo nuestros aportes, nuestras militancias pero me parece que hay algo que es propio de cada generación y que se está gestando. Me parece que es ahí donde tenemos que poner la mirada, tender la mano, donde tenemos que también poder escuchar lo que estas nuevas generaciones traen y lo que también me hace ser una entusiasta hoy”, reflexionó por último, Analía.