En el comienzo de su gestión el gobierno nacional autorizó el aumento de la tarifa de Subte y Colectivo. Para implementarlo se llevará adelante una audiencia pública no vinculante en la que se establecerá una escala de incrementos que irá de $574 desde el 1° de mayo, $667 el 15 del mismo mes y llegará a $757 en junio. Para los pasajeros sin SUBE registrada, el boleto saldría $859 desde el primer día de mayo. Por su parte, el Premetro pasaría a costar $200 en mayo y $264 desde junio.
Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Metrodelegades) expresaron la preocupación por el impacto de estos aumentos. Alfredo Barrera, secretario de Derechos Humanos del Secretariado Ejecutivo de la AGTSyP y trabajador de la boletería de la Línea D se refirió al tema y afirmó que «vemos con preocupación esta serie de aumentos que van en línea con el plan de recorte de subsidios del gobierno nacional, ahora aplicados acá por el gobierno de la ciudad. Ya aumentó el pasaje en febrero, pasó de $110 a $125 con un servicio bastante malo de parte de la empresa. En la línea D reabrió antes de terminar las pruebas con un sistema semi automatizado y hoy el servicio es bastante desastroso. Y nos preocupa mucho este golpe al bolsillo de trabajadores, estudiantes, jubilados que no están subsidiados en el subte, etc».
Para la Asociación Gremial estos aumentos implican una transferencia de recursos por parte de quienes viajan hacia las ganancias de la empresa. «Es en parte un recorte de subsidio, pero en contrapartida es un aumento de subsidio a las empresas», explicó Alfredo Barrera. Luego añadió que «en el caso del subterráneo los subsidios que representan casi tres cuarta parte del ingreso de la empresa concesionaria, en este caso EMOVA, se siguen agrandando. Es parte de este modelo, recortar a la población en general y seguir beneficiando a los sectores empresariales. Es un recorte de subsidios claramente a quienes viajamos y ese recorte lo que hace es engrosar los subsidios que van a las arcas de las empresas que, claramente en el caso de EMOVA, jamás pierden y están sobrecompensadas en cada una de sus posibles pérdidas. Es una clara transferencia de los ingresos de la gente a las arcas de las empresas».
Por último, Alfredo Barrera hizo referencia a la concesión que el Estado le hace a la empresa EMOVA y afirmó que «es muy imbricada también como ESBASA, que es la empresa estatal dueña del subterráneo, entrega la concesión a un privado pero la empresa estatal es la que se tiene que encargar de la licitación de la compra de trenes, de las obras más grandes que se tienen que realizar, de los kilómetros de Subte que no se hacen hace años y que por primera vez en el presupuesto no figura la extensión de Subte también se hace cargo. Entonces uno se pregunta, cuál es la ganancia del Estado que es el dueño del subterráneo entregando la concesión pero también teniendo que hacer la inversión para todo este tipo de obras. Es el modelo neoliberal de los 90′, porque el Subte se privatizó en el año 94 y sigue privatizado aún».
Producción: Pasadas por alto
Foto: prensa Subte
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