Bajo el lema «Hacia una Policía Federal Argentina moderna y orientada hacia la investigación», el presidente Javier Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciaron los alcances del Dcreto 383, que modifica la ley orgánica de la fuerza, la separa de la Justicia y amplía su autonomía para realizar ciber patrullaje de las redes sociales, requisas, allanamientos y detenciones de personas y vehículos sin orden judicial. Además, habilita a las fuerzas represivas a «esgrimir ostensiblemente sus armas» y redefine su función central como ejecutora de las políticas de «Seguridad nacional». En este marco también, inauguraron el Departamento Federal de Investigaciones (DFI), similar a lo que sería el FBI (Federal Boureau of Investigations) en Estados Unidos.
La falta de claridad en muchas de las modificaciones abre espacios en donde es viable aplicar la criminalización de organizaciones sociales, la represión de las protestas, el ciberpatrullaje masivo de opositores y otras intervenciones sin ningún tipo de control judicial.
María del Carmen Verdú, abogada e integrante de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) , alertó: «Ya no estamos en un estado de excepción no declarado, sino ante un declarado cambio de régimen, con destrucción de derechos, garantías y libertades democráticas. Están reestructurando todo el sistema represivo estatal».
Lo que conocíamos como Policía Federal, hoy no existe más, es otra cosa. Lo que tenía la fuerza como función era proteger personas, particulares o integrantes del Estado Nacional, y sus bienes, particulares o del Estado. A partir de este decreto que dicta el Ejecutivo, la Policía Federal es una fuerza garante de la Seguridad Nacional, y no se necesita mucho para entender que no es lo mismo hablar de seguridad nacional que de la seguridad de las personas.
En relación a la intervención o requisa espontánea sin control judicial, Verdú afirma que «cualquier organización es vulnerable a sufrirla porque mientras tanto te revisan lo que opinás en redes, lo que posteaste, con quienes te comunicás».
La pregunta que interesa es qué hacemos nosotros frente a este escenario, plantea la integrante de CORREPI: «Hay que profundizar la resistencia, el laburo en redes en cooperación, en unidad de acción para tener mayor potencia en los reclamos y por sobre todas las cosas, al mismo tiempo que no abandonamos la calle, que no afllojamos en expresar nuestro rechazo, hacerlo con todos los cuidados y precauciones para tratar de minimizar los riesgos sabiendo a lo que nos estamos enfrentando».
*Producción: Charco de Arena
*Foto: CELS