En medio de la temporada de incendios forestales, Córdoba y San Luis se enfrentan a una creciente amenaza. La semana pasada los focos en San Luis alcanzaron zonas pobladas, poniendo en peligro viviendas y comunidades enteras. En Córdoba, lxs bomberxs se enfrentaron a una situación crítica en los tres focos activos – dos en Calamuchita y uno en Santa María – por el contexto de sequía prolongada. A esto se le suma el incendio en las zonas de Valle de Paravachasca, que afortunadamente pudo ser controlado.
Las condiciones climáticas, incluidos fuertes vientos y altas temperaturas, generaron un alto riesgo de propagación de incendios y dificultades para el combate del fuego. El fenómeno conocido como el «Efecto Zonda» está exacerbando la situación en las sierras.
En este contexto, el Gobierno emitió una alerta de riesgo extremo de incendios, instando a los residentes a tomar precauciones y a evitar cualquier actividad que pueda desencadenar un incendio.
Stefania «Pepi» Parsi, brigadista en Traslasierra, Córdoba, contó que se encuentran en «estado de alerta y en contacto con lxs vecinxs autoconvocadxs«.
En la zona hay un tipo de producción que responde al sistema inmobiliario, agrícola y ganadero: «En el 95% de los casos los fuegos son intencionales«, sostuvo Parsi.
«Nuestro objetivo es poder seguir yendo a los lugares que se quemaron para ver qué va a pasar con esas tierras. Y eso es otro trabajo, es un trabajo de reforestación. La mayoría de las brigadas tienen plantas autóctonas para que ese monte que se quemó pueda seguir con vida«.
Parsi indicó este año hubo un trabajo alineado con lxs bomberos de la zona del Uritorco: «Creo que es porque de hecho el 3% del monte nativo que queda, ya no queda y se está transformando en un emergente fuerte«.
Producción: Pasadas por alto
Foto: Ministerio de Gobierno y Seguridad de Córdoba
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