Durante 2020 el Poder Ejecutivo envió al Congreso un proyecto de Reforma del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal. Actualmente, la iniciativa permanece sin tratamiento, sin embargo, los movimientos feministas continúan impulsando la necesidad de realizar una reforma y además, en clave feminista.
Melisa García, presidenta de Asociación de Abogadas Feministas (ABOFEM), se refirió al tema y afirmó que el proyecto del Ejecutivo en 2020 «tenía más que ver con una cuestión de la estructura en tanto lo que son los fueros, o algunos tipos de procesos, entendiendo como que la falencia, desde ese punto de vista, tenía que ver con las demoras en los dictados de sentencia y demás, principalmente uno de los tantos problemas», señaló. La abogada recordó que luego del femicidio de Úrsula Bahillo, hizo pensar que «si existiera una reforma judicial debiera ser feminista».
La reforma en clave feminista de la justicia apunta específicamente a que «la falencia ya no estaba directamente en la estructura, sino más bien en los abordajes. Particularmente en la dificultad de abordar realmente todo lo que tiene que ver con las cuestiones de violencias». Melisa García advirtió que «no hay abordajes con perspectiva de género en situaciones de violencia, cada día tenemos más casos en los que hay mujeres que van, realizan la denuncia previamente y así y todo fracasa totalmente al momento de querer evitar un femicidio. Tenemos una justicia que es extremadamente clasista, no tiene una mirada amplia respecto de otras identidades de género, personas LGTBIQ+, es más bien excluyente en ese sentido».
Cuando se lanzó la campaña por una Reforma Judicial Feminista «había ciertos consensos de algunos temas que no podían faltar. Algunos de ellos tienen que ver con: la formación y capacitación del Poder Judicial de manera real en la Ley Micaela, en principio, porque tienen que tener formación mucho más exhaustiva; el cumplimiento de la paridad, todavía nos encontramos donde hay un montón de fueros ocupados únicamente por varones; que se aplique la Ley de Democratización de Acceso a la Justicia». En este sentido, es necesario transformar la Corte Suprema porque actualmente «no tiene en su lógica ninguna intención de abordar estos temas, de formarse en Ley Micaela o, incluso, responder a estándares internacionales, es un gran problema», destacó la presidenta de ABOFEM.
«Otra de las cuestiones es la barrera de lo idiomático, los enormes tecnicismos. Es muy difícil comprender lo que pasa en un proceso justamente por las dificultades en la forma de hablarlo», añadió Melisa García y por último enfatizó que todo esto también «lleva a un cambio y una obligatoriedad a abogadxs en nuestro ejercicio profesional a trabajar temáticas y formación en género en nuestro ejercicio profesional, porque sino es muy difícil cambiar lo que pasa en un expediente si no hay un compromiso y una formación acorde».
Producción: Pasadas por alto
Foto: Campaña por una Reforma Judicial Feminista
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