El pasado 12 de julio se cumplieron cuatro meses de que el fotoperiodista Pablo Grillo fue herido en la cabeza por una granada de gas disparada por el cabo Héctor Guerrero durante la represión que tuvo lugar en la marcha en defensa de los jubilados el 12 de marzo de este año. Luego de estar 83 días en terapia intensiva, hoy Pablo está esperando que le coloquen la prótesis en las próximas semanas.
«Pablo está mejorando, está trabajando mucho con las psicólogas, con kinesiología. Por momentos está mejor, por momentos más cansado, pero mejorando mucho», contó Fabián Grillo, su padre. Explicó también que es muy importante que esté tranquilo y no sobre estimulado, por lo que sus primos, hermano y allegados se turnan para poder acompañarlo de la mejor manera.
En relación al avance de la causa, Grillo señaló que «hubo un allanamiento donde se obtuvo el informe, el arma y las municiones que utilizaron. Evidentemente están trabajando pero no sabemos porqué todavía no llama a indagatoria a Guerrero». En medio de este pedido de justicia que sigue en pie, remarcó también que la contención y el apoyo de la sociedad para con Pablo y su familia es emotivo: «el acompañamiento en el sentimiento, en el amor que expresa la gente todos los días cuando me saludan, es hermoso. Eso de alguna forma u otra le llega a Pablito y es parte de su recuperación sin duda».
Esa munición que le pegó a Pablo, nos pegó a toda la sociedad. Con la mentira, el ocultamiento y el intento de minimizar y relativizar lo que ocurrió, nos siguen pegando a todos».
Grillo puso el foco en la importancia de «unificar las luchas»: Garrahan, Posadas, jubilados, y las causas de derechos humanos y gatillo fácil. Que nos sean causas aisladas, «cosas espasmódicas y sueltas», sino buscar que «el reclamo sea constante». Recordando la represión del 12 de marzo, Grillo analizó que «ellos no pueden permitir que otros se solidaricen con la lucha de los jubilados, lo tienen que cortar y disciplinar. Les pega donde más les duele. Saben que tienen un tiempo limitado para seguir haciendo sus políticas de rapiña y que el límite se lo pone el pueblo en la calle».
La última imagen tomada por la cámara de Pablo Grillo, antes de ser herido por Gendarmería, fue publicada en X por la fotoperiodista Cora Gamarnik.
«De esa lucha, sin duda van a surgir los nuevos dirigentes que van a encabezar la lucha política», puntualizó Grillo. Y agregó que «a pesar de su poder, la represión es un símbolo de temor. Saben a quién, cómo y dónde pegarle». En este marco, advirtió que las fuerzas de seguridad son «una simple herramienta» utilizada y luego descartada por el Gobierno.
Además, Grillo destacó el trabajo de todos los profesionales del hospital público que hoy acompañan a Pablo en su rehabilitación. «Tenemos que salir, con cuidado siempre, la lucha es eso. El pueblo va a poner el límite como pasó siempre», concluyó.
Producción: Charco de Arena
Foto: Pablo Grillo