La Secretaria de Trabajo de la Nación dictó la semana pasada la conciliación obligatoria en el conflicto y paro de los trabajadores aceiteros que mantuvo paralizada la actividad desde el martes de la semana pasada. El titular de la Secretaría de Trabajo, Julio Cordero, dispuso de 15 días hábiles para la negociación entre las cámaras empresarias y la Federación de Aceiteros. El gremio reclama un nuevo salario mínimo.
Daniel Yofra, titular de la Federación de Aceiteros se refirió al conflicto y afirmó que «nosotros veníamos llevando una negociación de revisión de paritarias con las cámaras de la industria aceitera y se frustró en la tercer reunión que tuvimos porque estábamos pidiendo una suma equivalente a lo que necesita un trabajador para cubrir las necesidades que establece la ley de contrato de trabajo y el artículo 14 bis de la Constitución. Ellos se plantaron en una cifra que no cumple con esas necesidades y como no había ninguna otra posibilidad de seguir negociando por parte de ellos decidimos tomar medidas gremiales que fue la huelga. Hoy estamos en una conciliación obligatoria por pedido de las empresas después de siete días de huelga y seguimos negociando».
A diferencia de lo sucedido con el llamado a huelga que hizo el gremio durante el tratamiento en el Congreso de la Ley de Bases, cuando se dicto antes de la huelga la conciliación, «esta vez fuimos a la huelga y nos dictaron la conciliación obligatoria. Consideramos que fue una especulación por parte de las empresas para lograr un dólar a 1800 que era lo que estaban pidiendo y lo habían hecho público, y una rebaja o una quita de retenciones. Se ve que como no habían tenido ninguna respuesta positiva del gobierno, consideraron llamar a conciliación obligatoria», afirmó Yofra.
En un comunicado la Federación de Aceiteros afirmó que «las patronales pretenden mostrarnos como trabajadores que ganan mucho, cuando estamos reclamando 1,5 millones de pesos para el que ingresa a trabajar». Por su parte las cámaras empresarias dijeron públicamente que la demanda del gremio está por arriba de la expectativa inflacionaria. «Por parte de las patronales no llama la atención porque no van a decir nunca, igual que los gobiernos de turno, que una huelga es coherente o necesaria. Siempre estigmatizan la lucha obrera porque no es el problema cuánto cobramos, sino que luchemos. Pasa en el otro extremo de la sociedad, los movimientos sociales que están en condiciones de pobreza extrema y cortan la 9 de Julio y se quejan por eso».
Por último, el titular de la Federación de Aceiteros afirmó que «con los números sobre la mesa podríamos hablar de todo. De lo que ellos le aportan al país, de lo que fugan, de un montón de situaciones que en realidad nosotros lo único que queremos es cumplir con las necesidades de la Ley de Contrato de Trabajo y el artículo 14 bis. Nosotros no hacemos bicicleta financiera, no nos llevamos los lingotes afuera, no tenemos cuentas off shore. Hay una diferencia abismal entre los empresarios y los obreros de nuestro país. El problema es que a nosotros nos quieren hacer creer o nos quieren convencer de que tenemos que ser pobres trabajando, cuando hace cincuenta años atrás buscabas trabajo para dejar de serlo. Entonces, nosotros damos la lucha esa es la diferencia. Del 55% de pobreza que hay en nuestro país el 40% son trabajadores registrados».
Producción: Eso que falta
Foto: Federación de Aceiteros


