El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires anunció se prohibirá el uso de teléfonos celulares en las aulas para estudiantes de nivel inicial y primaria en las escuelas porteñas. Los dispositivo no podrá ser utilizado ni durante las clases ni en el recreo y en caso de ser necesarios para alguna actividad se utilizarán los equipos del establecimiento.
Manuel Becerra, docente de secundaria, formación docente y universitario, reflexionó sobre esta nueva disposición del Gobierno porteño y comentó que «hay algo en la política educativa que tiene ver mucho con una lógica que es la siguiente: un ministerio emite una normativa, una resolución que se aplica sobre las escuelas pero en realidad le da a las escuelas la potestad de resolver el problema sobre el que está normando. Esto es un problema en sí mismo, porque en definitiva, la regulación es medio redundante, es una regulación que dice ‘bueno, ustedes resuélvanlo’. Y esto pasa con los celulares en la Ciudad de Buenos Aires, dice que se prohíbe en inicial y primaria que, es donde menos se usan en el aula los celulares, porque los chicos todavía no tienen un celular propio, y que en secundaria lo define cada escuela que, es en definitiva lo que está pasando ahora. Está el criterio de que dejan a potestad de la escuela que los docentes autoricen su uso con fines pedagógicos que es el criterio que estábamos manejando antes que no funciona».
El especialista en educación señaló que «uno les pide que saquen el celular para mirar un material y ese material está disponible en la pantalla pero los pibes rápidamente se pueden distraer con otra cosa. Con lo cual, como política pública la verdad es que no está siendo nada nuevo».
Manuel Becerra sostuvo que «es claro que, en definitiva, es un instrumento que la verdad que distrae muchísimo y distrae mucho más de lo que aporta», y advirtió que para el nivel secundario, «lo que decía la ministra de educación de la Ciudad es que apuestan al autocontrol, apostar al autocontrol de los adolescentes con este tema justamente no es una buena política pedagógica. Los adolescentes están creciendo, necesitan límites y el uso del celular es un uso realmente problemático, de manera que, no hay que apostar al autocontrol cuando vos tenés un uso problemático».
Por último, Becerra analizó la relación de las nuevas tecnologías y la escuela. Al respecto, señaló que «hay un error de base que es pensar que la relación con las nuevas tecnologías tenga que pasar por el celular. Creo que hay que intensificar mucho esta relación pero justamente no con el celular sino con otros aportes que hacen las nuevas tecnologías. Se pueden pensar cuestiones de diseño, Inteligencia Artificial, realidad aumentada, trabajo con impresoras 3D. Hay cosas que están en las escuelas otras no, me parece muy saludable que pongan pantallas en todas las aulas, creo que podría haber eBooks disponibles para todos los alumnos que tienen un acceso muy limitado a internet y solamente aparece el material. Me parece que hay un montón de cosas que se pueden aprovechar de las nuevas tecnologías, pero justamente el celular, el smartphone es el más problemático de todos y el que más obstaculiza la reflexión. No es una cuestión contra las nuevas tecnologías sino que el árbol que es el smartphone nos impide ver el bosque de todo lo que puede ser muy aprovechado».
Producción: Eso que falta


