La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) publicó un informe sobre la alimentación en las cárceles bonaerenses. El documento abarca un relevamiento realizados entre 2015 y 2023 de más de 10 mil hechos por falta o deficiente alimentación; esto equivale a 1.137 hechos por año, tres por día. En el texto publicado afirman que: “La falta y/o deficiente provisión de alimentos en contexto de encierro puede constituirse como práctica de tortura y/o malos tratos”.
Federico Schmeigel, integrante de la CPM, se refirió al respecto: «Esto implica una situación que se viene arrastrando en el tiempo, si las personas no tienen un familiar que complemente esa dieta insuficiente y/o en mal estado, sufre hambre«.
En las cárceles bonaerenses existen dos sistemas de provisión de alimentos: por un lado, el tradicional que es la compra a granel que gestiona el propio Servicio Penitenciario a través de diferentes proveedores, por el otro lado existe la contratación de empresas privadas.
«La alimentación es un alimento básico de cualquier persona que está bajo custodia estatal«, sostiene Schmeigel.
«Lo que sucede es que en la mayor parte del proceso de cocción las empresas no hacen una inversión importante ni en materia de recursos humanos, ni de los procesos de cocción, ni del producto final que sale«.
«Además hemos detectado que la comida se cobra, que se producen situaciones extorsivas. Lamentablemente es una dinámica rutinaria en las unidades que tiene que ver con hechos de corrupción que muchas veces involucran al personal penitenciario y que, en el caso de la de alimentación también se observa. Con lo delicado que es que una persona no acceda a una alimentación básica en materia de su salud integral«, aseguró Schmeigel.
Producción: Eso que falta
Foto: ppn.gov.ar


