Desde el año pasado cada miércoles jubilados y jubiladas se hacen presentes en las puertas del Congreso para exigir acceso a los medicamentos, haberes dignos y manifestar su repudio al fin de la moratoria. Cada miércoles las fuerzas represivas federales les gasean y golpean para evitar que hagan la ronda al rededor del Palacio Legislativo. Hace una semana la hinchada de Chacarita decidió que iba a participar de la marcha para acompañar especialmente a uno de los jubilados que es hincha del club y así abrazar al todos. De inmediato hinchadas de diferentes clubes reaccionaron ante ese gesto de solidaridad y convocaron a la manifestación que tuvo lugar en el día de ayer y que fue duramente reprimida con un operativo policial que detuvo 114 personas que fueron liberadas en las primeras horas del día de hoy.
Monica Santino, referenta y militante del fútbol feminista y popular, y una de las fundadoras del club feminista La Nuestra en la Villa 31 reflexionó sobre este acontecimiento y afirmó que «es una gran alegría, una renovación de esperanza este llamado de las hinchadas que se genera como un efecto dominó después de lo que pasó con los hinchas de Chacarita alrededor de un jubilado golpeado, hincha el club. La primera reacción es muy de la cancha: tocan a uno y tocan a todos, y volver a darle un sentido político a ese principio de solidaridad que muchos y muchas de nosotros y nosotras aprendimos en los clubes. Lo aprendimos jugando al fútbol, yendo a la cancha a ver a nuestros equipos. ¿Cuál es el vínculo que tenemos con el club? ¿Por que amamos los colores? Hay ahí toda una simbología de lo que representa el fútbol en Argentina, que es mucho más que el juego y que, por supuesto, tiene un sentido político que hace que emocione el abrazo que hoy las hinchadas esperan hacer a jubilados y jubiladas y cuidarlos de algo que de ninguna manera se puede normalizar».
Santino también se refirió a la marcha y represión que cada miércoles sufren jubilados y jubiladas y señaló que «hace muchísimos miércoles que venimos asistiendo a esto que sería como normal que gaseen y peguen a personas que han laburando toda su vida y que están pidiendo, exigiendo cuestiones que tienen que ver con la dignidad. Entonces, volver a darle contenido a la palabra solidaridad y desde el fútbol para todos aquellos y aquellas que amamos el fútbol, es volver otra vez a darle prioridad a la pertenencia, la identidad y a montones de cosas que me parece que son las que nos quieren sacar, las herramientas muy populares que nos quieren sacar para desorganizarnos, que quedemos fragmentados y que un otro proyecto de país sea posible. Un plan económico terrorífico que no deja solo afuera a los jubilados y jubiladas, sino a grandes sectores de la de la población».
«Yo creo que lo de las hinchadas y lo que significa ese vínculo, ese lazo con el club es absolutamente político, cada uno y cada una de nosotras puede contar la historia de su familia, de su barrio cuando explica por qué es hincha de un club y no de otro», destacó la fundadora del club de fútbol popular y feminista La Nuestra. Además, afirmó que «los clubes así como los conocemos en Argentina, te diría que son casi únicos en el mundo, es el primer eslabón de la cadena deportiva. También entra en riesgo esa constitución, esa comunidad, cuando se habla del deporte nada más que desde los intereses de mercado. Entonces, estar hoy presentes, por más que por supuesto que no es todas las hinchadas, tampoco son las barras bravas, que es un poco lo que han salido a a desalentar para desarticular esta marcha, no tiene nada que ver con eso. Es gente que va a la cancha, que ama su equipo y que no puede permanecer diferente ante todo esto que está pasando. Entonces, creo que es una forma de agrupación que hay que defender cuando los mensajes en general es volver al individualismo, desechar lo colectivo, como que lo comunitario nos sirve».
Por último, Mónica Santino afirmó que «venimos de experiencias vinculadas al fútbol desde los feminismos que nos hizo constituir una coordinadora de fútbol feminista allá por el año 2018 en Trelew, en la Patagonia cuando se celebró el Encuentro Plurinacional que tuvo ese año la impronta de que apareciera un taller de fútbol y feminismos de manera oficial que hasta ahí no había ocurrido nunca y previo a eso ya existía la coordinadora de hinchas del fútbol argentino y la coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino. Una muy interesada por pelear por nuestros clubes como los conocemos como asociaciones civiles y no como sociedades anónimas deportivas y la de Derechos Humanos preocupada por la identidad, la restitución de los carnet de socios y socias desaparecidas. Nosotras entrábamos ahí con el feminismo, con la idea del derecho al juego, de poder ocupar espacios que históricamente nos habían sido negados, como también surgió una militancia a partir del fútbol».
Producción: Eso que falta
Foto: La Tribu