En Argentina cada vez se consume menos carne, pan y leche, y el 55% de la población es pobre. Mientras tanto, el Gobierno se niega a entregar alimentos a los comedores de las organizaciones barriales. Lejos de ser una cuestión individual, la malnutrición obedece a una situación social con causas estructurales y responsables.
«La situación de los comedores de los barrios populares de todo el país es muy crítica, muchos de ellos tuvieron que cerrar por la ausencia del Estado Nacional. Lo que más nos preocupa a nosotros es la situación nutricional de los niños«, relató Norma Morales, Coordinadora nacional Barrios de Pie, para profundizar sobre el funcionamiento actual de los comedores populares.
«Tenemos listas de espera con vecinos que la están pasando verdaderamente mal: no comen en todo el día, solamente toman un mate cocido. No nos da lo mismo que esas niñeces y los adultos mayores se vayan a comer con la panza vacía. No es solo la cuestión alimentaria, cuando se ausenta el Estado avanza el narcotráfico, hoy están más vivos que nunca y son un nuevo sujeto en nuestra sociedad. Y se aprovechan de esta situación. Nuestras familias no pueden llegar a fin de mes y el único lugar en donde obtienen contención y respuestas es en ese mundo«.
«Son espacios de cuidado, no es solamente a través de un plato de comida que cuidamos a la comunidad. Nos vienen a tocar la puerta en situaciones de violencia de género, también acompañamos a las juventudes que hoy se ven desamparadas por la falta de trabajo. Son espacios de contención, de abrazo y donde también los alimentamos«, destacó Morales.
Luego de la intimación del juez Casanello a Capital humano para presentar un plan de distribución de alimentos Morales sostiene que no han sido llamados para recibir las leches y alimentos que estaban por vencerse.
«La Fundación Conin… Ni si quiera ha sonado mi teléfono«, finalizó Morales.
Producción: Eso que falta
Foto: @barriosdepieok