Ambientales

Patentamiento de semillas | «Se nos acabaron las instancias jurídicas»

El pasado 3 de octubre la Corte Suprema de la Nación desestimó la apelación del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) que buscaba evitar el derecho de patente de Monsanto- Bayer sobre una secuencia genética inserta en el evento denominado MON 89788. Con esta sentencia, la Corte Suprema se expide en contra de leyes vigentes en Argentina – como la Ley de Semillas (1972) y la Ley de Patentes-, desconoce las directrices del INPI e ignora el requerimiento de la sociedad civil de ser consultada a través del Amicus Curiae, presentado en agosto de este año.

Vilma Sanz, integrante de la Asamblea Multisectorial Semillas Libres, contextualizó «durante todos estos años desde 1972 hubo intentos de modificar la Ley de Semillas, el más fuerte fue en 2018/19 durante el gobierno de Macri. Ninguna llegó hasta el recinto. Lo que se hizo desde el agronegocio fue entonces intentar patentar la semilla por vía judicial: reemplazar lo que no se consiguió desde el legislativo, por la vía judicial«.

En noviembre de 2020 el Juzgado Civil y Comercial N°8 de la Ciudad de Buenos Aires dio lugar a la presentación de patentamiento de la empresa Bayer para una cualidad genética de la soja intacta, que presentaba mayor resistencia al glifosato y que no fue un descubrimiento, sino una propia modificación de la semilla.

«El juzgado acepta la presentación violando varias cuestiones: la Ley de Semillas que impide el patentamiento de semillas y de secuencias genéticas; pero también violan la ley de patentes que impide patentar la vida y patentar una situación que sea dañina contra la vida«, alertó Sanz.

El fallo fue apelado por el INPI en 2020 pero finalmente la Cámara de Apelaciones lo ratificó, dejando como última instancia la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ahí es en donde más de 50 colectivos se juntaron como «amigos» del INPI para que la CSJN los llame y puedan exponer su postura. La Corte desestimó el Amicus Curiae y haciendo uso del Artículo 280 del Código de Procesamiento dijo que el tema era «insustancial y carente de trascendencia», no dando lugar a la presentación y avalando la primera y la segunda instancia judicial. Al darle la razón a la empresa la Corte Suprema abre la puerta a la posibilidad de que las grandes corporaciones reclamen nuevas patentes que les permita privatizar semillas restringiendo su libre circulación y uso.

«¿Qué se puede hacer? Nos quedan solo algunas presentaciones internacionales. Están patentando aquello que hace a nuestra mesa cotidiana de alimentos porque de las semillas comen las gallinas que nos dan los huevos, el ganado, el cerdo… No es un tema de productores, agricultores, ni de vegetarianos locos; es un tema del plato que te llevás a tu mesa, que va a estar en manos de estos enormes conglomerados comerciales, que un día van a decir que no venden más y no podrás cultivar más. Este fallo abre la puerta a poder patentar todo«, sentenció Sanz.

«Los grandes medios hegemónicos hacen de esto una cuestión de productores, pero no es así. Esto es un problema del cotidiano de la gente. Y si te ponés a mirar, no ha habido repercusión, porque se supone que no es un tema que te compete, pero te compete en instancias cotidianos y familiares«, finalizó Sanz.

Producción: Eso que falta
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