Ximena Tordini – Colectivo La Tribu – Diciembre de 2007
Castelar es en el Oeste- referencia geográfica construida en relación con la Ciudad de Buenos Aires, como suele suceder-. Se dice por ahí que la zona oeste del gran Buenos Aires es el «granero del rock», no sólo por la gran cantidad de grupos musicales allá surgidos sino, más bien, por la intensidad de su creación artística. Castelar pertenece al partido de Morón, cuyo intendente representa una fuerza política de izquierda que desde 1999 está llevando adelante una gestión marcada por las políticas sociales y la transparencia de las acciones de gobierno con amplio apoyo ciudadano.
FM En Tránsito queda a pocas cuadras de la estación de tren. Unas calles tranquilas, de casas de techos con tejas rojas, jardín adelante y césped en la vereda. Un cartel indica que para entrar a la Cooperativa de Trabajo para la Comunicación Social hay que tocar timbre. Abre la puerta Bruno Dulbecco, uno de los directores de la radio. Pasillo, escaleras que dan varias vueltas, un relato sobre los vecinos a los que no les gusta tener una radio en el departamento de al lado y llegamos. Es sábado a la tarde, todos los integrantes de la cooperativa están reunidos en un piso superior. En las paredes, muy amarillas, se acomodan las tapas de Guarnin, la revista que la cooperativa edita desde hace 3 años. Cuando la reunión termina, además de Bruno, Romina Coluccio, Facundo Acuña y Alejandro Wassileff se quedan para la entrevista que tendrá momentos de autocrítica y otros de apasionada afirmación de la experiencia de la primer radio cooperativa de la Argentina.
LO ALTERNATIVO
«En los ochenta queríamos que la radio nos liberara de los palos, la pobreza, la ignorancia, la muerte, el miedo, la tristeza, el olvido. Arreglamos el estudio, colgamos los micrófonos y abrimos las puertas. Todos comenzaron a venir: vecinos, políticos, poetas y músicos. Usamos horas infinitas de la mañana y la noche hablando sobre lo que pasaba en el Oeste. Hubo debates, discusiones y algunas respuestas sobre cloacas, colectivos y colegios. Pero también usamos toda la curiosidad de la banda en una búsqueda estética: mezclamos a los Clash con Silvio y a Metálica con Gismonti y pasó lo que tenía que pasar: en esa explosión, cada uno encontró su voz.» Así empieza la gacetilla/ invitación a las actividades para festejar los veinte años de En Tránsito que se cumplieron el 9 de julio de 2007.
La pregunta es «¿En qué cambió radiofónicamente En Tránsito en relación con los inicios?» pero, en seguida, la conversación se torna un balance sobre la capacidad de la radio para construir alternatividad.
Bruno Dulbecco: Si hablamos de formatos para llevar adelante los contenidos hubo modificaciones de todo tipo, en lo técnico, en el contexto. La mayoría de los que estamos trabajando hoy tenemos menos de treinta años. Nacimos en un contexto en el que las computadoras son para nosotros un medio más de trabajo y la saturación de medios e información forma parte de nuestra vida cotidiana. Entonces, se trata de buscar todo el tiempo nuevos formatos. Probar, equivocarse y seguir buscando nuevas maneras de comunicar las cosas para no perdernos en la contaminación sonora y visual que existe.
Alejandro Wassileff: Más allá de las formas, tenemos pendiente la cuestión del contenido, de para qué es el medio alternativo, de si somos una alternativa al sistema o no. En estos 20 años, el objetivo que nos habíamos planteado como medio independiente, ¿tuvo algún efecto real de impacto en la sociedad? Yo creo que no.
Más allá de la felicidad que me da estar en esta radio, creo que las radios no cumplieron con el objetivo de tener mayor impacto y creo que eso es una deuda que hay que pagar permanentemente. No hay que resignarse, pero concretamente creo que estamos en deuda con ese proceso de comunicación a un nivel macro.
Nuestro desafío es ser una radio suburbana y encontrar un tipo de discurso que tenga un sonido, un tipo de comunicación, que incida en la sociedad que nos rodea. Que permita pensar a la radio como una herramienta y no sólo como un goce estético o intelectual.
Romina Coluccio: Nosotros jugamos un rol clave en cuanto a la cultura local y muchos artistas dan sus primeros pasos en este tipo de medios. Esto de darle voz a los que no tienen voz se vuelve a activar porque artistas que se están iniciando están afuera de los grandes medios. Es verdad que no transformamos las condiciones de vida. Pero si en esa evaluación no vemos algunos objetivos que se fueron dando es difícil el panorama porque es muy desalentador. El objetivo general falta, pero vamos para adelante.
Bruno: En ese aspecto yo soy crítico, creo que a los que estamos adentro de los medios nos falta investigar, en términos de recepción e interpretación, qué consumo le da a los medios el ciudadano. Nos falta investigar qué tipo de uso le da, específicamente, a la radio para tener más elementos a la hora de pensar en lograr un tipo de influencia en la opinión pública desde nuestro lugar.
A veces nos creemos que por decir determinada cosa o por decirla de determinada manera tiene que llegar y después nos decimos «¡No hay participación!». Es un déficit nuestro no poner el acento en conocer al que está del otro lado para ser un poco más inteligentes a la hora de intentar generar una reacción en los que no están convencidos.
COMUNICACIÓN Y PROPIEDAD
¿Alternativos a qué? ¿Alternativos para qué? ¿Alternativos por cuánto tiempo? «Comunicación alternativa» parece ser una expresión que a nadie convence ya del todo pero que a falta de otra mejor se sigue utilizando. Sin embargo, sólo desencadena preguntas: ¿Lo no- masivo es alternativo sólo por ser minoritario? ¿Cuando algo que pertenecía a un grupo empieza a ser masivo deja de ser alternativo para ser hegemónico? ¿Lo local es alternativo por naturaleza? ¿Lo alternativo tiene que ser necesariamente contrario a las ideas que gobiernan? ¿Se puede acompañar a una fuerza política a cargo del Estado y ser alternativo al mismo tiempo?
Por estos interrogantes continúa la conversación en el estudio de salida al aire de la radio, mientras En Trénsito emite música de sábado a la tarde y circulan las últimas porciones de la torta por los festejos del cumpleaños de la radio.
Bruno: La idea de «comunicación alternativa» está latente y se discute todo el tiempo. ¿Alternativos a qué?, por empezar. Yo no sé si esta radio puede ser alternativa hoy por hoy. Depende desde qué punto se lo analice, si desde los contenidos, si desde la gestión.
Sería necesario clarificar un poco el concepto de alternativo. Yo tengo mi manera de gestionar y si la ponemos en contraposición a otra cosa, sí, quizás puede ser alternativa. Pero a mi me cuesta muchísimo el término de alternatividad porque quiere decir que hay otra cosa que es hegemónica. Entonces yo soy alternativo porque voy por otros caminos opuestos al modelo hegemónico.
Romina: Tiene que ver con una discusión no sólo de comunicación, si no de cómo generar alternativas políticas. No se trata únicamente de cómo se gestiona un medio alternativo. El país, la sociedad, Castelar, Morón tienen una forma y nosotros estamos de acuerdo o no con esa forma. Y frente a eso, ¿qué queremos? Ahí es donde se construye el término alternatividad.
Bruno: Durante mucho tiempo este proyecto fue netamente opositor sobre todo en la época menemista y russelotista (se refiere a Juan Carlos Rousselot, ex intendente de Morón). Durante todo ese tiempo la actual dirigencia política de Morón y mucha de la gente que participa en la gestión actual del municipio convivió con el crecimiento de esta radio, muchos fueron parte de En Tránsito. Íbamos por caminos diferentes pero, cuando ellos eran oposición, defendíamos ciertos objetivos comunes.
Yo puedo seguir siendo alternativo desde una forma de plantear un tipo de comunicación y desde la forma de llevarla a cabo desde una gestión cooperativa. Pero ahora no somos oposición, tampoco somos oficialismo: puedo defender desde estos micrófonos ciertas políticas que lleva adelante el Estado local y puedo criticar otras.
Romina: Se puede ser alternativo no sólo en relación al gobierno sino también desde la música por ejemplo. Muchas veces discutimos si tenemos que pasar música de sellos discográficos o no, si sólo tenemos que pasar música de los artistas locales o no. La dicotomía inglés- castellano nos sigue interesando. Cuando Mundo mestizo (un disco editado por la radio) empezó a salir era alternativo porque hacía circular rock latinoamericano que no se conocía, que no tenía difusión y que era parte del under. En ese momento era claramente alternativo, ahora eso ya se masificó.
Bruno: La alternatividad no pasa por la masividad o no. Porque si la cuestión fuera que la alternatividad pasa únicamente por romper con lo que está más extendido en términos de contenidos, Amadeus sería una radio alternativa porque pasa música clásica todo el tiempo (Amadeus es una radio especializada en música clásica que pertenece a un multimedio comercial). Me parece que la cuestión son las formas de llevar adelante un medio de comunicación. Después elegís la la música que querés, por ahí no pasa la alternatividad.
Romina: Pero si vos ponés el género musical en relación con la concentración del mercado, en relación a quiénes acceden y quiénes no a ese género, en relación a quiénes pueden editar un disco y distribuirlo y a cómo se distribuye todo ese dinero, ahí sí empieza a jugar un poco más si la decisión de difundirlo o no es alternativo o no.
Bruno: Ahí está el punto central de la alternatividad. Si analizamos la alternatividad desde la gestión, desde un punto de vista político, en términos de propuesta comunicacional y del tipo de gestión económica que se lleva a adelante ahí sí me parece que esta radio es alternativa a lo que el modelo propone.
Alejandro: Podemos reproducir el sistema, podemos parodiar el discurso hegemónico, podemos tener una búsqueda permanente y podemos ser muy curiosos con otras tendencias comunicacionales. Incluso buscar otras estéticas pero creo que, en definitiva, lo que es alternativo es la propiedad del medio y eso termina influenciando todo el canal, todo el contenido, la toma de decisiones, el formato, la estética. Me parece que arranca de ahí, de la génesis del medio.
HIPÓTESIS: LA RADIO COMO ESPACIO DE POLITIZACIÓN
La elección del modelo cooperativo es incluso anterior a la creación de la emisora. La cooperativa nació un año antes, en 1986, cuando un grupo de estudiantes de periodismo decidió crear el periódico La calle. El grupo fundador, integrado entre otros por Alejandro Wassileff, militaba al mismo tiempo en distintas fuerzas políticas en tiempos en los que el fin de la dictadura militar había dado lugar a la «primavera democrática». Bruno, Romina y Facundo llegaron a En Tránsito varios años después.
Alejandro: Nosotros creamos la cooperativa por necesidad. No sólo por necesidad de expresión y de libertad, de las que, por supuesto, ardíamos porque el país hervía.
Era 1986 y todavía teníamos miedo y cada vez que escribíamos algo en un medio la mitad volvía tachada con rojo. Creamos la cooperativa por necesidad de trabajar. Después nos dimos cuenta de que había gente con la que podíamos compartir el proyecto. Yo creo que la intención original no era hacer comunicación popular, era construir un país, era denunciar, era construir un mejor mundo.
Después se fue haciendo cada vez más sofisticado, más complicado y fuimos encontrando un norte en el discurso de lo que estábamos haciendo. Encontramos gente que hacía algo parecido y empezamos a definir de otra manera lo que estábamos haciendo. Cuando empezamos a encontrar cosas comunes con otros compañeros que trabajaban en otras radios nos dimos cuenta de lo que estábamos haciendo y ahí descubrimos todo el concepto de comunicación popular. El proyecto para nosotros era denunciar, decir la verdad, construir y hacerlo estética, técnica y periodísticamente de la mejor manera posible.
Romina: Cuando llegué, yo no sabía qué era una radio cooperativa ni qué era una radio comunitaria. Para mi esta era una radio de Castelar, nada más. Me acerqué más por una curiosidad profesional que por otra cosa. Con el tiempo de estar acá empezaron a surgir palabras raras para mi como «gestión horizontal», «una voz, un voto», «comunicación participativa». Todas cosas que por la cultura de mi vida previa no las tenía y ahí, cuando las conocí, pude elegirlas.
Mi perspectiva pasó de un plano a otro. De creer que estar acá me iba a servir para el curriculum a creer que con mi trabajo podía generar acciones con otros que pueden incidir para mejorar la calidad de vida de las personas.
Facundo: Yo trabajaba en una radio de San Justo sin importarme mucho la visión política que tenía esa radio. Y cuando caí acá fue similar. Al principio venía, hacía mi programa y me iba.
La eleccion pasa cuando te empezás a apropiar del lugar en el que estás trabajando. Te empezás a apropiar después de venir todos los días, de sentir que el flaco que está al lado tuyo respeta tu trabajo y de sentir que no estás haciendo un programa de radio sino que estás construyendo una radio. Ahí yo elegí En Tránsito. La elección es trabajar con la gente que quiero, con mis amigos y hacerlo desde otro punto de vista: sentir que otra comunicación es posible, solucionar desafíos y construir colectivamente.
Bruno: Yo creo que por lo menos en la última etapa, la gente que se ha incorporado a la radio no viene con una conciencia política previa sobre el proyecto. Hay una característica de esta radio, supongo que de todas las radios: son un espacio de formación y desarrollo no solamente en lo profesional sino en lo político también. Para mi la radio fue encontrar el espacio de expresión para vincular la teoría con la práctica. Todo lo que uno puede traer de afuera, su formación política o educacional, poder llevarlo a la práctica con otros pares.
VEINTIUNO
En las últimas semanas En Tránsito puso en circulación Planeta Oeste. Un disco del que participan dieciocho grupos musicales de la zona y que se presenta antes de Navidad con dos recitales al aire libre en la plaza de Castelar. El año de los festejos de los veinte años de En Tránsito está llegando a su fin. Además de preparar la fiesta y un ciclo de cine, la cooperativa inició un proceso de gestión para diagnosticarse y construir una nueva planificación. Y entonces, las preguntas pueden ser muchas y, por momentos, abrumadoras. Pero a lo mejor, las respuestas no siempre están en nosotros mismos.
Romina: En esto de pensar cómo llegarle al otro, que no sea sólo diciéndole algo, una de las estrategias fue ir con la radio a otros lugares, donde ya no es únicamente hacer radio sino estar ahí. Cuando mudás la mesa y hacés la radio en la calle son muy claras todas las preguntas. A veces estamos demasiado tiempo acá y eso nos juega en contra. Cuando salimos se ven caminos posibles más claros. En ese tipo de transmisiones se ve mucho más de cerca el rol que puede tener una radio comunitaria y también te das cuenta de que la gente tiene ganas de escucharla.
FM En Tránsito se puede escuchar en el 93.9 si vivís en Castelar y en www.fmentransito.org.ar si vivís en otra parte del mundo.
Gracias a Antonela Ferrari Milano que colaboró en la producción de este artículo.
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