Eduardo Curuchet, Mariella Girola y Oscar Orcajo – 12 de febrero de 2006.
Publicado en 2006, este libro sistematiza la experiencia de cinco radios comunitarias uruguayas además de brindar un marco conceptual e histórico para analizarlas. Aquí reproducimos algunos fragmentos sobre los alcances de la noción de “comunicación alternativa” y sobre las definiciones que brindan las radios que integran AMARC- Uruguay.
2.2 ¿QUÉ ES LO ALTERNATIVO?
Es menester que definamos qué entendemos por alternativo, para precisar su alcance, a los efectos de las interpretaciones del presente trabajo.
“El término ‘alternativo’ nos acosa por todas partes, en la retórica publicitaria, en la retórica propagandística, en congresos, en portadas de libros… Término mágico, capaz de transformarlo todo con su sola presencia, capaz de volcar
nuestra imaginación hacia algo distinto, algo OTRO si nos remitimos al significado originario.” 15
Prieto Castillo, menciona que lo dominante implica lo dominado, pero también lo alternativo; la respuesta a lo hegemónico. El pensamiento fundamental del autor es que “Lo alternativo se despliega dentro de lo dominante, confundido, mezclado, confuso muchas veces.” 16 El concepto es relacional, no existen formas puras de alternatividad; se es otro con respecto a algo. El contexto, las circunstancias, determinan ser lo alternativo a otra cosa.
En la misma línea de pensamiento, Emili Prado Pico, tampoco cree en la pureza de lo alternativo y habla de “ilusión teórica” al referirse a la comunicación alternativa: “Se entiende por comunicación alternativa, en general, un proceso que permite una inversión de signo respecto a la comunicación dominante.’” 17 Esta inversión debe darse a nivel de contenido y del proceso de comunicación.
El siguiente párrafo de Prieto Castillo echa luz
sobre las complejas relaciones que se establecen en un proceso de comunicación y que, a su vez, complejizan los intentos por discernir que hay de alternativo en el mismo: “Si en todo proceso de comunicación se distinguen las fases de emisión, mensaje, distribución y uso, será necesario comprender de qué manera lo alternativo se juega en cada una. Un camino alternativo ‘puro’ abarcaría las cuatro. Pero eso casi nunca ocurre. Hay veces que a una emisión y mensaje alternativos corresponden una distribución y una interpretación (uso) dominante. O viceversa: mensajes dominantes terminan por ser interpretados de manera alternativa.” 18
Señala que lo dominante se ejerce a través de las concepciones y evaluaciones de la realidad y en prácticas sociales. Aquí pone énfasis en la vida cotidiana: “Lo que se da en grande se da en pequeño”. 19 Es, a veces, en las relaciones cotidianas, donde se anotan las mayores contradicciones de quienes intentan forjar una comunicación y cultura alternativas. Eso ejerce una inevitable influencia al momento de emitir y
recibir mensajes reafirmado que lo alternativo se despliega dentro de lo dominante.
Terminamos esta reflexión, sobre la comunicación alternativa, con un pensamiento de Bertolt Brecht, quien en 1932, en los primeros años de la radio, mostraba su inquietud para una utilización “dialógica” de este medio: “La Radio sería el más fabuloso aparato de comunicación imaginable de la vida pública, un sistema de canalización fantástico, es decir, lo sería si supiera no solamente transmitir, sino también recibir, por tanto, no solamente hacer oír el radioescucha, sino también hacerle hablar y no aislarle, sino ponerse en comunicación con él. La radiodifusión debería en consecuencia apartarse de quienes la abastecen y constituir a los oyentes en abastecedores”. 20
2.3 LAS RADIOS COMUNITARIAS
A partir de este momento ahondaremos en las características de las radios comunitarias como autogestoras mediáticas de la sociedad civil y por lo tanto posibles productoras de una comunicación
alternativa. Para ello nos basaremos en la bibliografía que aparece al final y en nuestras propias observaciones y reflexiones, recogidas a través de años de relacionamiento con el movimiento de radios alternativas uruguayas y de la región.
Comencemos por el principio. El vocablo comunitario nos remite, con un obviedad contundente, a comunidad. El término nos ubica con celeridad en una característica fundamental de este tipo de radios: su vocación de servicio y/o pertenencia a una comunidad, que puede ser geográfica o de intereses. Esta primera definición es correcta, pero demasiado amplia. Muchos medios reivindican, en parte o totalmente, esta acepción, pero como veremos no encajan en esta categoría apenas profundicemos en ella.
Hagamos un poco de historia. En los prolíficos años sesenta, una serie de países del Tercer Mundo se agruparon en el bloque denominado “No Alineados”. Se agitó la consigna de un Nuevo Orden Económico Internacional, cuyas derivaciones alcanzaron la reivindicación del
derecho a informar y a estar informado. Estados Unidos y los principales países del Primer Mundo, sostenían que las fuerzas del mercado garantizaban el derecho a comunicar, mientras que los tercermundistas decían que el derecho a comunicar debía ser protegido y garantizado por el Estado. Una de las principales críticas que se hacían, era que la circulación de la información, al ser manejada por un puñado de agencias occidentales, se tornaba unidireccional. Los países subalternos pretendían una comunicación autónoma, de circulación horizontal. En este marco los “No Alineados” llegaron a conformar un Pool de Agencias nacionales, que buscó revertir la situación imperante. El debate llegó a la ONU, y la propia Unesco propició una investigación que culminó con la publicación del informe: “Muchas voces, un mundo” (de la llamada Comisión Mac Bride).
Por otra parte, en 1973, en el bosque boreal canadiense, se instaló una radio comunitaria indígena, la “Wawatay” (Aurora Boreal). Contó con apoyo financiero del gobierno y al principio
fue una guía para los cazadores, pero pronto pasó a ser un instrumento de comunicación para la comunidad. Posteriormente, la compañía estatal anunció un plan para proveer del servicio de radio nacional a las poblaciones con más de 500 habitantes. En 1977, y sin esperar permisos, se comenzaron a instalar 25 transmisores de 0,75 vatios, encargados de la propia “Wawatay”. Luego de algunas escaramuzas, con el ente regulador de telecomunicaciones canadiense, las autorizaciones llegaron. Las radios nativas comenzaron a ser un centro neurálgico para la vida de los pueblos. (…)
En la misma época, en Estados Unidos, también surgían radios pacifistas, ecologistas, de minorías étnicas, que se denominaban comunitarias.
Pero el evento más trascendente, que institucionalizó el nombre y le dio un ámbito mundial, se produjo en agosto de 1983. En esa fecha, en el marco del Año Internacional de las Comunicaciones, promovido por las Naciones Unidas, seiscientos radiodifusores, provenientes de 36 países, se reunieron en Montreal (Canadá) y fundaron la Asociación Mundial de Artesanos de
Radios Comunitarias (AMARC) 22: “Se materializó así una nueva ONG para defender y promover ‘una nueva propuesta de comunicación’, la de de los medios de la sociedad civil, por fuera de los medios empresariales y estatales.” 23
(…)
2.7 LAS RADIOS COMUNITARIAS SEGÚN AMARC- URUGUAY
En noviembre de 2004 AMARC- Uruguay publicó un breve documento llamado: “¿Cómo son las radios comunitarias de AMARC- Uruguay?”. El mismo presenta una síntesis de la permanente evolución de la discusión en torno a los principios y características que hacen a estos medios. Si bien AMARC no representa a todas las radios que, en Uruguay, se llamas comunitarias, su aporte es importante. Es una de las bases para la construcción teórica y práctica, de medios que pretenden insertarse en el panorama nacional, como elementos fundamentales para la democratización de la comunicación:
Una empresa privada y colectiva de finalidad pública
Las Radios Comunitarias de AMARC- URUGUAY son actores privados de propiedad colectiva, que tienen una finalidad pública por lo que están ubicadas en lo que se conoce como Tercer Sector.
Las Radios Comunitarias se definen por su finalidad social y su programación altamente participativa. Estas emisoras tiene como misión democratizar la palabra para democratizar la sociedad.
Las Radios Comunitarias se pueden caracterizar como empresas sociales no gubernamentales y no lucrativas.
Empresas sociales: Sus titulares son grupos barriales, campesinos, comunidades y otras organizaciones de la sociedad, quienes tienen derecho a asociarse para gestionarla de forma democrática y sustentable.
No gubernamentales: Las Radios Comunitarias no son parte del gobierno no se confunden con el poder del Estado. No responden a intereses de un partido político ni hacen proselitismo religioso.
Pueden trabajar con instituciones municipales y estatales, políticas, sociales y religiosas, pero son independientes y pluralistas.
No lucrativas: Las Radios Comunitarias -organizadas como Cooperativas, Organización Civil sin fines de lucro o similares en cuanto a la propiedad- reinvierten sus ganancias en la misma emisora y en sus proyectos de desarrollo social. No privatizan las utilidades al final del año fiscal. El capital acumulado no es ni puede convertirse en patrimonio de sus ejecutivos. No hay herederos en las empresas comunitarias. Éstas pueden recibir donaciones, tener patrocinios y hacer publicidad como cualquier otra empresa de comunicaciones.
Características de las radios comunitarias:
Las radios comunitarias se definen por su rentabilidad sociocultural. Así como hay lugar en el espectro para radios comerciales y para radios estatales, debe haber espacio para emisoras que no pretenden la ganancia ni el proselitismo, sino la construcción de ciudadanía,
el ejercicio de derecho y el cumplimiento de deberes con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la gente.
Las radios comunitarias representan los intereses de su comunidad, sea ésta una pequeña localidad o un amplio sector social. Pueden ser intereses barriales o campesinos, sindicales o gremiales, étnicos, de género o de generación, intereses de una comunidad universitaria o de un grupo de ecologistas, artísticos o deportivos, intereses de los niños y niñas.
Las radios comunitarias pueden ser grandes o chicas, de corto o largo alcance. Lo comunitario no hace referencia a un lugar pequeño, sino a un espacio de intereses compartidos. Las radios comunitarias pueden trabajar con voluntarios o personal contratado, con equipos artesanales o con el mayor desarrollo tecnológico. Lo comunitario no se contrapone a la producción de calidad ni a la solidez económica del proyecto.
Las radios comunitarias son espacios de participación ciudadana donde se expresan
todas las voces y se defiende la diversidad de idiomas y culturas. El derecho a ser y pensar diferente, a tener gustos y aspiraciones distintas, se vuelve hoy un imperativo de la democracia. El derecho a la diferencia implica el deber de la tolerancia.
La defensa de los Derechos Humanos, la promoción del desarrollo humano, la equidad de género, el respeto a las identidades étnicas, la preservación del medio ambiente, el protagonismo de los jóvenes, la protección de la niñez y de las personas de edad avanzada, la educación y la salud, así como la integración nacional y regional, constituyen prioridades para las radios comunitarias.
La participación de las mujeres en las radios comunitarias debe estar garantizada en todos sus niveles. Esto supone, especialmente, mostrar una imagen real y valorada de la mujer y asumir la perspectiva de género a lo largo de toda la programación. Asimismo, asegurar la presencia equitativa de las mujeres en la programación, así como también en los cargos directivos.
Las radios comunitarias son solidarias entre sí. Se hermanan, se apoyan mutuamente, intercambian programas, planes y sueños. Más allá de las diferencias regionales, todas comparten una misma misión democratizadora.
Montevideo, noviembre de 2004
Carlos Casares. Representante de AMARC en Uruguay. Consejo Regional AMARC ALC (Cono Sur). •
Tomado de Curuchet, Eduardo; Girola, Mariela y Orcajo, Oscar. ¿Radio o ruido comunitario? Uruguay, 2006. Págs 31 a 42.
15 Prieto Castillo, Daniel. 1987. “Diseño y Comunicación”. Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Xachimilco. Segunda Edición. México. Pág 64.
16 Ibidem. Pág 65.
17 Prado Pico, Emili. 1985. “La comunicación alternativa: crisis y transformación. La experiencia europea”. Miguel de Moragas )ed.) Sociología de la comunicación de masas. IV. nuevos problemas y transformación tecnológica. Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona. España. Pág. 184.
19 Prieto Castillo, Daniel, ob. cit. Pág 65.
20 Prieto Castillo, Daniel, ob. cit. Pág 66.
21 Prado Pico, Emili, ob.cit. Pág. 185.
22 Actualmente se la reconoce como “Asociación Mundial de Radios Comunitarias”.
23 Bouissa, Curuchet, Orcajo, ob.cit. Pág 222.