Política

Sociedades Anónimas Deportivas. El modelo que atenta contra los clubes de barrio

El Gobierno informó que, a partir del 1° de noviembre, los clubes del fútbol argentino podrán convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y permitirá de esta forma, el ingreso de capitales privados. A través de un decreto firmado por Daniel Roque Vítolo, titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), se aprobaron modificaciones para registrar públicamente sociedades y entidades civiles. Tal como dispuso la IGJ, «debe aceptarse la participación de las asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas y la transformación de las asociaciones civiles en asociaciones anónimas”, y agrega que debe “simplificarse la inscripción de entidades de bien común constituidas en el extranjero para el desarrollo de su actividad en la república argentina».

Dana Hernández, integrante del Departamento de Género y Diversidad del Club Atlético Temperley, reflexionó sobre las consecuencias del cambio de figura legal para los clubes barriales. «La gran pregunta o lo que se debate con las sociedades anónimas es en quién recae la propiedad, porque es otra forma de organización jurídica. ¿En quién va a recaer esa propiedad? en quien invierte y posee acciones del club o, en sus asociados que son quienes abonan la cuota mensual», advirtió Hernández y señaló que «en términos comunicacionales se envían a veces mensajes que tienen que ver con el éxito y la productividad que le hacen pensar a las personas que si se entregan la propiedad del club, o te hablan de un régimen mixto, te venden una cosa que en efecto no es, y en algunas personas empieza a resonar la idea de privatizar el club y entregar el patrimonio».

«Hoy por hoy, más allá de las cuestiones deportivas, dirigenciales y de las gestiones que, obviamente, no son tampoco un cuento de hadas y tienen sus complejidades, en definitiva hay muchas decisiones de las que se toman, sobre todo las más importantes, que las definen los socios y las socias de los clubes», advirtió Dana Hernández. «Votan en asamblea, no es que se puede hacer cualquier cosa, y con esto se empieza a correr un riesgo importante de abrirle la puerta a capitales extranjeros», señaló y añadió que «no es casual en que momento se da, porque sabemos que Milei cumple a rajatabla con los intereses extranjeros y en un momento donde tenemos una Argentina campeona del mundo, con un equipo que está haciendo historia y con un montón de estos campeones del mundo que han salido de clubes de barrio y asociaciones civiles. Evidentemente es un modelo que funciona».

Por último, la referenta del Club Atlético Temperley, recordó la historia del club y comentó que «a nosotros y nosotras nos toca muy de cerca porque Temperley tiene una historia muy particular que tiene que ver con sus socios y socias salvando el club. Nos decretaron la quiebra y con una lucha enorme de dos años, con un montón de sacrificios. Tuvimos cinco familias que para nosotres son icónicas, que son quienes pusieron el título de propiedad de sus casas como garantía para que el club pueda volver a abrir. El club se levantó con el esfuerzo de un montón de personas, se armó una subcomisión de apoyo en la quiebra con la participación de un montón de mujeres que en ese momento se cargaron al hombro esto. No nos podemos permitir perder estas cuestiones y que todo esto que ocurrió, el pasado, el esfuerzo, el sacrificio, la organización no sirva de nada. Por respeto a nuestra historia».

Producción: Charco de arena