El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó el sábado el estado de excepción debido a lo que caracterizó como una «grave conmoción interna». La medida se extenderá por sesenta días en diez provincias del país andino. Desde el 22 de septiembre las autoridades de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) junto a diversos sectores sociales y políticos convocaron a un paro nacional en respuesta a la eliminación del subsidio al precio del combustible diesel, la quita de este subsidio tiene como consecuencia el incremento del costo de vida. Desde el inicio de la medida de fuerza se registraron decenas de detenidos y una persona asesinada por las fuerzas armadas. En esta tercera semana de paro los organismos de derechos humanos contabilizaron95 detenidos, 112 heridos, 12 desaparecidos y 1 fallecido.
Cristina Burneo Salazar, integrante de Corredores Migratorios de Ecuador, comentó que «este paro empezó el 22 de septiembre y empieza por un decreto, el famoso decreto 126 que en Ecuador libera el precio del diesel. Como en el campo los tractores, los camiones, toda la maquinaria que se usa en el campo usa diesel, entonces es un golpe durísimo al campo, al campesinado, a los agricultores. Queda sin subsidio ya sujeto a las dinámicas del mercado internacional, el paro empieza por ahí, pero no solamente».
«Ha hecho de manera muy acelerada lo que han propuesto Milei, Bukele y Trump, este eje de ultra derecha en el continente, en muy poquitos meses. Cuando Milei decía, ‘vamos a fusionar ministerios’ Noba lo ejecutó rapidísimamente. Entonces, desapareció el Ministerio de Derechos Humanos, desapareció el SENESCYT que es el equivalente a CONICET en Argentina, los fundió y los convirtió en pequeñas secretarías. Esto supone que la educación pública, la educación superior, el sistema de salud van siendo rápidamente destruidos en vías de privatización», contó Cristina Burneo Salazar.
Es una suma acelerada de situaciones la que llevó a diferentes sectores sociales a este paro nacional en Ecuador, «en estos últimos meses se exacerbaron muchas cosas», comentó Salazar. «Hay gente que, por ejemplo, empieza a morir en los hospitales por falta de insumos muy simples, se desfinancia completamente la salud. Cada vez se vuelve más difícil llevar la vida cotidiana en nuestro país para sectores populares, empobrecidos, racializados, y para todo el mundo, la clase media está ahí tambaleándose todo el tiempo. Entonces, el movimiento indígena que condujo el histórico paro de 2019, otra vez nos conduce a sectores populares, de estudiantes que buscan justicia social», sostuvo la integrante de Corredores Migrantes.
Por último, «hubo un anuncio de la CONAIE, que es el máximo organismo de dirección del movimiento indígena en Ecuador y el paro sigue», comentó Cristina Burneo Salazar. «Las insurgencias y las resistencias están allí en las bases, entre las mujeres, quichuas que han hecho acciones autoconvocadas, las comunas o las uniones que son como la coordinación de comunidades en varios lugares de las provincias. En todos los grados de la estructura hay resistencia gracias a ese tejido social de muchos siglos que ahora vuelve a afirmar este no somos terroristas y no somos terroristas por ser personas indígenas».
Producción: Charco de Arena
Foto: Wambra