El porcentaje de personas jubiladas en situación de pobreza aumentó del 11% al 29% durante el actual contexto de crisis económica, caracterizada por los fuertes ajustes y precarización de las condiciones de vida, impuestos por el gobierno nacional.
Lili Kunis, docente jubilada de 71 años, integrante del Plenario de Trabajadores Jubilados, afirmó: «Toda la vida se volvió más cruel porque estamos sometidos a hacer las cuentas de forma permanente».
Kunis describió esta situacion como un genocidio silencioso: en Córdoba, ya hay 88 personas retiradas que han fallecido por la imposibilidad de cubrir sus necesidades básicas. A la pérdida de poder adquisitivo, se agrega la falta de prestaciones y la demora en la entrega de elementos prioritarios, como sillas de ruedas, medicación y pañales.
Además, ella resaltó la imposibilidad de contar con apoyo económico por parte de las familias, debido a que, aunque cuenten con un trabajo remunerado, viven con la misma inestabilidad que quienes ya no están activos. «Hay despidos a la vuelta de la esquina, los salarios ya están achatados. (…) No es que los trabajadores que están en actividad están mejor que los jubilados».
La representante del Plenario destacó las movilizaciones de los miércoles en el Congreso, donde se marcha por una reforma jubilatoria que incremente las jubilaciones y pensiones. Estos encuentros han sido sistemáticamente reprimidos por las fuerzas policias, generando que diversos grupos de trabajadores se hayan incorporado, en solidaridad con sus protagonistas, pero también para acercar sus propios reclamos. En palabras de Kunis: «La lucha de los jubilados se ha transformado en un canal por donde vienen todos los reclamos de los trabajadores».
Por otro lado, se refirío también a las próximas elecciones legislativas en CABA y remarcó que únicamente el Frente de Izquierda – Unidad propone un plan de acción, que incluye aumentos de emergencia y la restitucion de mayor alcance para el servicio del PAMI. Además, puso foco en la importancia de comprender que las jubilaciones no son un gasto para el Estado, si no que constituyen un salario diferido para todas aquellas personas que ya estuvieron económicamente activas durante los años correspondientes. Y explicitó que, en un país donde más del 50% de la población trabajadora no está registrada, se debe luchar contra la narrativa de culpabilización de la persona que no alcanza los 30 años de aportes. «Nosotros no queremos un subsidio a la vejez, lo nuestro tiene que ser un salario diferido, el 82% de lo que cobrábamos en actividad».
Actualmente, algunos proyectos legislativos proponen la PUAM (Pensión Universal al Adulto Mayor), como un reemplazo de la jubilación. En referencia, Kunis enumeró diferentes motivos por los cuales esta alternativa no logra resolver la situación de la mayoría de las personas jubiladas: el porcentaje que propone es insuficiente, no da derecho a pensión y no es universal.
Al reflexionar sobre posibles soluciones, ella aseguró: «Con este gobierno seguro que no». E invitó a los colectivos de trabajadores a protagonizar la escena política y luchar por sus reivindicaciones, dado que «somos los que realmente producimos, somos los que realmente sostenemos al Estado».
Fotografía: Diego Izquierdo
Producción: Eso Que Falta


