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Una fuerza progresista disputará la presidencia en Guatemala

El pasado 25 de junio se expresó la voluntad popular en Guatemala. El espacio más vinculado al progresismo, Movimiento Semilla, llegó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con la fórmula encabezada por Bernardo Arévalo y Karin Herrera. Aunque Semilla no obtuvo la mayor cantidad de votos, logró irrumpir en un escenario político dominado por lo que en Guatemala se conoce como «el pacto de corruptos». El primer lugar con el 17% fue la opción por el voto nulo y el 15% para UNE, la fuerza ultraconservadora de Sandra Torres. En este orden, el Movimiento Semilla obtuvo el 12% de los votos y el próximo 20 de agosto enfrentará a UNE en la segunda vuelta.

Laura Salomé Canteros, periodista feminista y editora de Marcha, viajó a Guatemala y se refirió al logro de esta fuerza progresista. «Hubo una sorpresa y está bueno poder contarlo», afirmó y advirtió «que el Movimiento Semilla esté en una segunda vuelta, más allá de todos los atropellos que se están queriendo hacer para bajar esa candidatura es una buena noticia».

En este sentido, la cronista consideró que de ganar las elecciones el 20 de agosto, Semilla «se podría sumar a estas oleadas progresistas de gobierno que, por supuesto que tienen muchísimos errores y que tienen muchas deficiencias, pero que sabemos que tienen como alguna posibilidad de absorber, o tomar propuestas que surgen desde abajo. «Una de las interrogantes cuando se conocieron los resultados, que fue como a las 4 de la mañana, era con quiénes se iba a aliar Semilla para una segunda vuelta y enseguida fue muy claro. Están los movimientos estudiantiles urbanos que tienen una organización muy fuerte en las universidades que tiene una correlación también con los movimientos y las luchas comunitarias, indígenas, originarias. Semilla enseguida comenzó a juntarse y congregar esas voluntades y eso es una muy buena señal».

La demora en conocerse los resultados añadieron desconfianza a un proceso de conteo de votos que, en oportunidades anteriores, había demostrado inconsistencias. «Era como muy difícil cuidar el voto que, se sabía que iba a ser en rechazo a este pacto de corruptos, que son la mayoría de los partidos políticos», comentó Laura Salomé Canteros.

«En un primer momento se vió que había un rechazo muy claro, que había un nivel muy alto de voto nulo, no de abstencionismo sino que ganó el voto nulo o sea, que la gente fue y se expresó rechazando a la mayoría de las candidaturas. Fue un conteo difícil y además, hubo un cambio porque el Tribunal Supremo Electoral en las últimas semanas lo que hizo fue eliminar el conteo rápido entonces los resultados fueron los definitivos y había mucha incertidumbre al rededor de eso, pero el resultado fue bueno y de alguna manera hubo un contra ataque de este pacto de corruptos», añadió. 

La noticia que alarmó fue a las 48 horas de la elección, cuando la Corte de Constitucionalidad decidió mediante un fallo arbitrario sin fundamentos, dejar en suspenso los resultados de las elecciones lo que afectó a las candidaturas de presidenciales y los escaños en el Congreso. «Este pacto de corruptos lo que hizo fue ir cooptando diferentes instancias judiciales. Este sistema fue uno por uno cooptando instituciones judiciales», contextualizó la periodista de Marcha y señaló que, «empezaron primero no oficializando los resultados y ahora atacando lo que es la personería jurídica de Semilla. La idea es proscribirlos y están en esa lucha y en esa batalla judicial», de todos modos, «el Tribunal Supremo Electoral ya confirmó que la segunda vuelta es el 20 de agosto y con Sandra Torres y Bernardo Arévalo, o sea con el Movimiento Semilla».

Producción: Algo con erre

Foto: RUDA

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