La semana pasada tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires una concentración frente al Congreso de la Nación. Allí el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), encabezado por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, convocaron a repudiar la masacre contra el pueblo palestino por parte del Estado de Israel.
Lautaro Brodsky, autor del libro «Dictadura y antisemitismo: análisis sobre la judeofobia durante el terrorismo de Estado (1976-1983)» reflexionó sobre la ocupación de Israel en Palestina y afirmó que, «volvemos a decir ‘no en nuestro nombre’. Nos tienen recontra cansados con que nuestro nombre justifique el genocidio contra el pueblo palestino. Ya dijimos que no validamos los métodos del Hamas, pero que no hay una equivalencia de fuerzas. Ya dijimos muchas veces que esto no es judaísmo y que el judaísmo tiene todo un legado revolucionario y humanista, no un legado teocrático». Además, Brodsky también denunció que «los judíos disidentes estamos comenzando a sufrir acosos, nos llaman traidores, basuras, falsos judíos. Hasta nos siguen cuentas sionistas».
Estas persecuciones, además van de la mano de represión en los diferentes países del mundo en el que la comunidad judía (y no judía) se manifiesta en las calles para exigir que se detenga el genocidio contra Palestina. Con relación a esto, Lautaro Brodsky advirtió que «los que están reprimiendo a la colectividad judía, al fin de cuentas es la policía sionista. En Israel reprimieron a los ortodoxos antisionistas y en Estados Unidos, que debe ser la primera vez que veo en mi vida, cuando la comunidad judía se levanta por Palestina iba a la policía reprimiendo judíos. Eso sí es antisemitismo y no solo en Estados Unidos, en Alemania, en Francia».
Por otra parte, Brodsky, señaló que es necesario considerar que «el antisemitismo está aliado con el Estado de Israel, porque los verdaderos antisemitas que son los que vienen del Estado y sus partidos, que son los conservadores y clericales, tienen nombre y apellido y se llaman Donald Trump, Viktor Orbán, Marine Le Pen, o partidos neofranquistas como Vox, o Alternativa para Alemania o, en Argentina La Libertad Avanza, Jair Bolsonaro, esos son los antisemitas. Hay toda una derecha nacionalista y antisemita que ama Israel por su militarismo pero es antisemita con los judíos de la diáspora. Lo fundamental es que denunciar el genocidio contra el pueblo palestino eso no es ser antisemita, es denunciar una violación a los derechos humanos básica. Yo no considero que el Estado de Israel represente el judaísmo. Creo que somos carne de cañón del imperialismo para una supuesta cruzada en medio oriente».
Lautaro Brodsky también señaló que el conflicto comenzó mucho antes que el ataque de Hamas el 7 de octubre pasado. «Ya desde los primeros colonos sionistas antes de la Segunda Guerra Mundial. Hubo fuertes tensiones y cruces hasta 1948 en que el imperialismo se puso del lado del sionismo y empezaron el desplazamiento de la población palestina conocida como la Nakba, donde los echaron a punta de escopeta, los masacraron. Tal es el punto que hoy viven en Franja de Gaza y lo que es Cisjordania.
Por último, Brodsky destacó que «tenemos que repudiar todo ataque a la comunidad judía en Argentina y en cualquier parte del mundo de la diáspora. Yo también tengo familiares que viven en Israel, también lloré y me duele por lo que están pasando, pero entiendo que esto no es producto del atentado del 7 de octubre. Esto empieza porque a un pueblo cuando lo llevan a situaciones extremas, sus respuestas son extremas. El sionismo fomentó esa situación».
Producción: Charco de Arena
Foto: Movilización por Palestina en Buenos Aires. Ximena Astudillo Delgado
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