El pasado miércoles, durante la represión habilitada por el gobierno de Javier Milei, encabezada y luego justificada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y ejecutada por la Policía Federal, la Policía de la Ciudad, la Gendarmería y la Prefectura, hubieron varias personas heridas de gravedad.
Ana Martínez, de 22 años, recibió un balazo de goma de un efectivo de Policía Federal que le apuntó a la cara, disparó y le partió el labio. En el Hospital Ramos Mejía tuvo que soportar a dos policías y una persona de civil que la miraban mientras recibía cuatro puntos de sutura y se reían. La joven contó cómo sucedieron los hechos y afirmó que «el día 12 de marzo asistí a la marcha por los jubilados. Cuando estaba marchando de forma pacífica en la vereda recibí un disparo de un policía federal en el labio. No tuve tiempo de correrme o evitar que la bala me de en la boca y me partió el labio, ahora tengo cuatro puntos. Lo primero que se me ocurrió hacer cuando pasó esto me direccioné para otra parte y salir corriendo. Me encontré con unos muchachos en un kiosco que me indicaron donde había una ambulancia a la vuelta. Me subieron rápido a la ambulancia porque estaba perdiendo muchísima sangre y llegué al hospital donde entré sola porque a mi novio no lo dejaron entrar. Me encontré con una chica menor de edad que entró sola porque a la madre no la dejaron entrar, ella recibió un balazo en la cabeza».
«Tuve que comprar un medicamento que me salió 15 mil pesos y me citaron para el otro día a la mañana, yo vivo en Quilmes pero me citaron en el Hospital Ramos Mejía. Me cambiaron el medicamento por otro que me salió otros 28 mil pesos», contó Ana Martínez, quien además, afirmó que le pasó «todo esto por ir a marchar por los jubilados, el miércoles hay una marcha y voy a asistir nuevamente junto a otros compañeros. En el hospital me crucé con el padre de Pablo (Grillo) que recibió el balazo en la cabeza, me abrazó y me deseó una pronta recuperación y le deseo a Pablo lo mismo».
Producción: Algo con erre
Foto: Ana Martínez