Un día después de conmemorar 49 años del golpe cívico militar eclesiástico, el día 25 de marzo, mediante una resolución del Ministerio de Seguridad de la Nación, se prohibió la conformación de centros de estudiantes en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal y la permanencia de las personas privadas de su libertad ambulatoria en los espacios de estudio fuera del horario de clase.
Desde la Red Universitaria Nacional de Educación en Contextos de Encierro dieron a conocer un comunicado en el que sostienen que: «La medida restringe seriamente el derecho a la educación superior y apunta al corazón de los centros y programas universitarios en contextos de encierro, en el marco del desfinanciamiento y ataque a las universidades públicas y al sistema científico técnico llevado adelante por el Gobierno Nacional. Rechazamos la resolución, apelamos a todos los mecanismos institucionales y legales para anularla y convocamos a organizar una respuesta contundente de todos los centros universitarios y espacios organizados dentro y fuera de la cárcel».
Ana Camarda, profesora en Letras (UBA) integrante del equipo de coordinación del Programa de Extensión en Cárceles, detalló aún más la sorpresa: «fue inesperado y estamos todavía tratando de darle sentido a esto que está pasando«.
«Además del funcionamiento concreto, ignora la vida en torno a la actividad universitaria, no sólo como espacio de estudio y biblioteca, sino también por el acceso a los materiales y con lo que aprenden trabajando, estudiando y a través de otras participaciones que son nucleares en las universidades. Están atacando el único lugar en la cárcel que funciona en el sentido de la reinserción«.
Producción: Algo con erre
Foto: @escrituraenlacarcel


