La del miércoles en la cámara alta estuvo marcada por el empate peleado, los días anteriores fueron un boom de poroteo intenso, y la ley Bases se aprobó después de mucha negociación. Uno de los elementos más discutidos era el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, más conocido como RIGI. Sin embargo, fue el título con mayor adhesión entre los senadorxs, y contó con el apoyo de algunos opositorxs.
Manuel Fontenla, docente en la UNCA, investigador en CONICET e integrante de la asamblea catamarqueña PUCARÁ, detalló que el tipo de inversiones que se incentiva en ese artículo ya existe en Argentina.
«Tenemos inversiones de más de 200 millones de dólares de China, Corea, Australia, Canadá, Estados Unidos, India y Sudáfrica, y todo eso solamente en el NOA y en litio. Con lo cuál la pregunta es cómo afecta este régimen a las inversiones que ya están y a las que vendrán. El incentivo fiscal, que es del que más se habló tiene que ver con menos impuestos, menos retenciones, una administración a favor de la empresa en relación al manejo de las divisas, todo lo que tiene que ver con la matriz fiscal que ya era ventajosa, eso se va a profundizar«.
Fontenla, se refirió a las modificaciones que se debatieron en el Senado en torno de los proveedores locales. «En el 90% de los casos están asociados a los gobiernos locales y lograron negociar un 20% de la inversión que tienen que hacer estas transnacionales a favor de los proveedores locales«.
Por otra parte, Fontenla analizó las normas que no se han modificado dentro del RIGI y que afectan a las instancias judiciales y de resolución de conflictos.
«Todos los pleitos legales que hayan se dirimirán en un tribunal internacional, que es 100% pro empresarial«.
«En el corto plazo este regimen va a tener efectos muy drásticos en lo laboral y en el largo plazo el mayor daño va a ser ambiental. Porque justamente las pocas herramientas que las asambleas y comunidades indígenas están elaborando van a quedar en una bolsa vacía«.
Producción: Tarde pero yendo
Foto: Agencia Tierra Viva