El 30 de marzo pasado se realizó como cada año una jornada frente a lo que fue el taller textil clandestino de la calle Luis Viale 1269 en la Ciudad de Buenos Aires para recordar a las 6 víctimas del incendio de ocurrido en 2006. Allí vivían y trabajan en condiciones infrahumanas alrededor de 65 personas entre adultos e infancias, todos de nacionalidad boliviana. Juana Vilca, de 25 años quien estaba embarazada; Wilfredo Quispe, de 15 años; Elías Carbajal, de 10 años; Rodrigo Carbajal y Luis Quispe, de 4 años; y Harry Rodríguez, de 3 años perdieron la vida en el lugar. El espacio no contaba con ninguna medida de seguridad y las camas estaban separadas apenas por cortinas en un lugar sin ventilación. El juicio llegó recién en 2016 cuando el Tribunal Oral Criminal N5 condenó a los capataces del taller, Luis Sillerico y Juan Manuel Correa, a trece años de prisión por reducción a la servidumbre. En 2019 los dueños de las marcas y propietarios del inmueble, Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler, fueron absueltos por el juez Alberto Baños, del Juzgado Criminal y Correccional Nro 27. En 2022, la justicia les restituyó el edificio, y desde entonces el lugar está en venta, sin reconocimiento oficial de lo ocurrido allí.
Lourdes Hidalgo, sobreviviente de la masacre, recordó los hechos y comentó que a pesar de los años que pasaron, «ahora que estamos en esta situación mala en el país está volviendo a suceder igual que antes, o peor, porque mucha gente se quedó sin fuente de trabajo. En el rubro textil los grandes empresarios ponen el precio y si uno no está conforme le dicen «bueno, lo tomas o lo dejas» y uno por la necesidad que tiene de trabajar, y como muchos alquilan sus casas y a fin de no quedar en la calle tienen que aceptar ese trabajo a un precio muy bajo. Nosotros nos queremos que pase al igual que Luis Viale».
La sobreviviente también contó que «en el 2015 murieron nuevamente dos niños en el barrio de Flores dentro de un taller y en el 2018 otra nena perdió la vida dentro de un taller. Esto sigue ocurriendo pero nosotros seguimos luchando porque no queremos que estas muertes queden al olvido, no queremos que se repitan más muertes, y que se acabe la explotación laboral», señaló Lourdes quien además, señaló que a pesar de ser víctimas de las condiciones también son perseguidas y discriminadas por ser migrantes.
«Luis Viale es un caso que no se conoce mucho y la misma sociedad mira para otro lado y olvida quién les cose la ropa y quiénes murieron cosiendo la ropa en ese lugar».
Lourdes Hidalgo, sobreviviente de la masacre del taller textil clandestino de luis viale en 2006
«Esta lucha costó bastante», señaló Luourdes y más en un contexto en el que actualmente las personas «a fin de sostener a su familia tuvieron que buscar dos o tres trabajos y ya no pueden estar con constancia», por eso ella sostiene que «la lucha de Luis Viale es una lucha de valientes».
Producción: Charco de arena
Foto: Nicolás Solo – Anred