Pasaron 18 meses desde el inicio de esta nueva etapa del conflicto entre Israel y Palestina. La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza aniquiló a más de 60 mil palestinos y palestinas desde el 7 de octubre de 2023, según datos recopilados hasta la fecha por Al Jazeera. El pasado 19 de enero entró en vigencia un acuerdo por el alto al fuego que dio inicio a un proceso de tres fases. Durante la primera, que duró seis semanas, se acordó la retirada de Israel del centro de la Franja de Gaza, el regreso de las personas desplazadas por el conflicto, el ingreso de ayuda humanitaria y el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Durante esta primera fase se iniciarían las negociaciones sobre las etapas siguientes que, incluía la retirada definitiva de Israel, la liberación de todos los rehenes de Hamas y de los prisioneros palestinos con cadena perpetua, y la reconstrucción de Gaza. Vale señalar que este acuerdo de «cese al fuego» cuenta con el aval de Egipto, Qatar y Estados Unidos.
Iván Zeta, integrante de Judies por Palestina, se refirió a la situación actual y señaló que tanto Israel como Estados Unidos entorpecieron el progreso de las dos primeras etapas. «Desde que se terminó la Fase 1 del cese al fuego y canje de prisioneros entre Israel y la resistencia palestina, tanto el accionar de Trump como el accionar de Netanyahu estuvieron orientados a sabotear cualquier progreso de la Fase 2», afirmó el activista. «En el caso de Netanyahu por su propio objetivo de recolonización de Gaza y por una búsqueda de recomponer su frente político interno luego de que Ben Gvir, uno de sus ministros, hubiera renunciado a la coalición de gobierno fruto del acuerdo y la ejecución de la Fase 1 y la amenaza de otro de sus ministros, Smotrich, de renunciar si se concretaba la Fase 2».
Desde que finalizó la primera fase no progresaron las discusiones ni el canje de prisioneros, por el contrario, Israel cortó el suministro eléctrico en la zona, bloqueó el ingreso de alimentos y continuaron y se profundizaron los bombardeos, los crímenes de guerra y el asesinato de trabajadores humanitarios y periodistas. Desde Judíes por Palestina denuncian un «Plan de recolonización» sobre la Franja de Gaza. «Por el lado de Donald Trump», sostuvo Iván Zeta, «la búsqueda fue hacerse del control de la Franja de Gaza, proponiendo una limpieza étnica total evacuando más de un millón y medio de palestinos, e incluso, llegando al cinismo de proponer un emprendimiento inmobiliario con vista al mar».
Sin embargo, afirmó el activista que «aún así, la resistencia palestina no ha sido quebrada y, de hecho, en estos días también hubo una serie de misiles lanzados de la Franja de Gaza demostrando que, aún con el genocidio en curso y aún con el 85% de la infraestructura de Gaza destruida por el equivalente a 6 veces las toneladas de bombas que se volcó en la Segunda Guerra Mundial en Hiroshima y Nagasaki, aún así la resistencia palestina no está quebrada, sigue con capacidad operativa y el fracaso del operativo sionista es total».
El lunes el juez federal, Daniel Rafecas, procesó a la diputada Vanina Biasi (FIT) por presunta violación de la ley antidiscriminatoria a partir de publicaciones en la red social X. En la misma línea, el ex legislador porteño y dirigente del MST, Alejandro Bodart, recientemente fue condenado a seis meses de prisión en suspenso por una serie de declaraciones de 2022 en las que calificó a Israel como un “Estado racista y genocida”. El fallo contra Vanina Biasi generó fuertes reacciones y mensajes de solidaridad por considerar su procesamiento como un caso de persecución política y un intento de criminalizar las voces críticas hacia el Estado de Israel. Iván Zeta explicó los intereses políticos que hay detrás de esta decisión y afirmó que el fallo de Rafecas adhirió «al lobby sionista en la Argentina que, hace propias las palabras de la DAIA y toma como criterio válido para definir si alguien o una declaración es antisemita o no, la declaración de la IHRA, cuyas siglas en inglés refieren a la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, que no es más que una pantalla para hacer operaciones y definir el antisemitismo», explicó Zeta. Según el activista esta definición permite «blindar a Israel de cualquier crítica y de cualquier acción política que tienda a denunciar los crímenes de guerra y el genocidio en curso». En este sentido, el integrante de Judíes por Palestina afirmó que «no nos van a callar, vamos a seguir a disposición de la defensa de la diputada frente a este claro caso de persecución política, que es un atentado directo a la libertad de expresión y la solidaridad que surge en distintas partes del mundo por personas judías que no toleran este tipo de ataques a la libertad de expresión y a la solidaridad con el pueblo palestino y muestran que tenemos una gran pelea por dar y que no va a ser tan fácil para la DAIA y para el sionismo internacional callarnos, amedrentarnos ni lograr una condena sobre Vanina Biasi».
Producción: Eso que falta
Foto: IG Vanina Biasi