A mediados de marzo las comunidades del Chaco salteño vivieron una fuerte inundación por el desborde de los ríos Pilcomayo y Bermejo. Cerca de 15.000 personas quedaron aisladas debido que los accesos quedaron intransitables. Este aislamiento dejó a las comunidades sin alimentos, medicamentos, agua potable ni electricidad y, con sus viviendas destruidas. Abel Mendoza, cacique de la comunidad wichí de Santa Victoria Este, contó que «como todos los años nosotros padecemos inundaciones que vienen de la parte de Bolivia. Estamos ubicados en el último mapita de la nación, somos naciones este indígenas. Estamos en la frontera con Paraguay y Bolivia y como ustedes saben habrá más o menos 16 o 17 mil habitantes con un 80% de comunidad indígena y 20% de los hermanos criollos. Todos los años padecemos de estas inclemencias temporales y hace poco, casi ya un mes, sufrimos el desborde del río Pilcomayo, más de 15.000 hermanos de comunidad indígena han sido aislados, evacuados también este por esta crecida». Por todo esto, Abel comentó que «como pueblo indígena denunciamos también aquellos abandonos del gobierno nacional y del gobierno provincial. Porque hemos pasado momentos muy críticos cuando el gobierno de Gustavo Sáenz ha inventado o ha mentido a los pueblos de que él estaba dando una ayuda, un aporte».
El aislamiento de las comunidades agrava la situación en términos sanitarios, ya que al no tener acceso al agua potable y la medicina que expuestas a enfermedades como el dengue o la proliferación de víboras. Por eso, el cacique Abel Mendoza, afirmó que «estamos retrocediendo 530 años, a aquellos años donde nuestras raíces, nuestros ancestros fueron aniquilados, matados, masacrados. Y hoy en esta Argentina estamos volviendo, pero ya no con armas sino con el hambre, con el abandono, es lo que hace este gobierno y que lamentablemente está sucediendo en las comunidades. Todas las instituciones, los hospitales están sin medicamento, entre las dos fronteras es tierra de nadie, existe mucho narcotráfico. Las escuelas están deterioradas y los gobiernos están ausentes. Entonces, vemos que hay una persecución general porque nunca se han presentado a ayudar o, que nosotros como pueblo indígena tengamos participación política dentro de los estados. Siempre hemos sido perseguidos y abandonados, solamente reina el capitalismos, los grandes capitalismos que vieron que va a haber más desmonte y por eso, nosotros sufrimos esta inclemencia temporal porque ya no hay sustento de la tierra. El agua filtra directamente como echando agua al piso y eso nos genera este conflicto a futuro hoy y eso es lo que los gobiernos no le interesa».
Por último, el cacique Mendoza dijo que como comunidades originarias, «ancestralmente hemos sido las personas que cuidamos el monte, aunque por ahí muchos hermanos no lo puedan creer, nosotros hablamos con los montes, hablamos con el río, hablamos con el sol, rezamos, pedimos paz. Para nosotros como pueblo ancestral, como pueblo vivo, esa fue nuestra esencia, esa fue nuestra paz», y añadió que «nosotros convivimos con nuestra como visión viva. Cuando nosotros hablamos de cuidar el medio ambiente, estamos cuidando nuestro propio pulmón. Nuestro propio pulmón de todos los hermanos, es decir, bendecir nuestra madre Tierra que es nuestra Pachamama que ha sido la persona ejemplar para mostrarnos cómo tenemos que vivir. Entonces, hoy por hoy seguimos resistiendo».
Producción: Charco de Arena
Foto: Sebastián Ávila. La Tinta