El jueves el Senado rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, los jueces que Javier Milei nombró por decreto para conformar la Corte Suprema. La votación se resolvió con una amplia mayoría en ambos casos. A García Mansilla lo rechazaron 51 de los 72 senadores y, en el caso de Lijo, tuvo 44 votos en contra. Desde el Gobierno repudiaron el resultado que arrojó el recinto y desde la Oficina del Presidente emitieron un comunicado en el que manifestaron: «Por primera vez en la historia, el Senado de la Nación ha rechazado pliegos propuestos por un Presidente, por motivos meramente políticos y no por cuestiones de idoneidad, lo que evidencia una vez más que la Cámara Alta es el refugio de la casta política en el Congreso de la Nación”.
Durante los días previos, múltiples organizaciones y profesionales rechazaron la medida por poner en riesgo la división de poderes y la autonomía judicial.
Una de las organizaciones que accionó en contra de este hecho fue el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (Equipo ELA), que el 1º de abril habían presentado una demanda junto a Amnistía Internacional y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables, en la que cuestionaban la constitucionalidad del Decreto que designaba a los jueces. El mismo jueves, de forma previa a la sesión del Senado, instaron mediante Carta Abierta a los senadores y senadoras para que voten garantizando la independencia, la integridad y la legitimidad de la Justicia.
Natalia Gherardi, Directora Ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, argumentó «la Constitución establece mecanismos de control y de balance entre los poderes. Las decisiones ejecutivas, que sí corresponden al Presidente, requieren de ciertos acuerdos. El Presidente puede proponer a quien considere más adecuado pero necesita el visto bueno del Senado con una mayoría especial de dos tercios y que exista un acuerdo transversal«.
Sobre el caso de Lijo sostuvo que, «ahora deberá volver a su juzgado en Comodoro Py y tal vez alguien ahora, con todo lo que se ha puesto sobre su trayectoria y las sospechas… Tal vez ahora el consejo de la Magistratura evalúe la razonabilidad de que siga siendo Juez». Luego, mencionó también la situación de García Mansilla, «la incógnita es qué tan rápido va a dejar el cargo para el cual el Senado le rechazó el acuerdo. La mayoría de los abogados constitucionalistas, dicen que ya mismo dejó de ser juez y debería ir a su casa. La incógnita es qué tan rápido lo va a hacer. Lo cierto es que no tiene ninguna legitimidad para ser Juez«.
«Lo que suceda más adelante depende de Milei, el puede mandar otros dos pliegos al Senado y veremos quiénes son y qué actitud toma frente a eso«, finalizó Gherardi.
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