El 17 de septiembre pasado, se publicó en el Boletín Oficial la intervención del Ejecutivo a la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) por un año. De acuerdo a los argumentos del Gobierno, la intervención se realiza para agilizar los procesos de producción y el otorgamiento de licencias de cultivo de cannabis y sus semillas para la comercialización, exportación y fabricación de productos bajo uso medicinal.
«A partir del 10 de diciembre con la asunción del nuevo Gobierno estuvimos prácticamente 10 meses sin autoridades designadas y recién conocimos la decisión de la intervención de la Agencia. Estamos esperando a ver qué es lo que pasa, todo ese entusiasmo que había en 2019 y después de la sanción de la ley, se ha ido apagando un poco. Yo conozco al actual interventor y él sabe la materia: de las bondades del cannabis para ser parte de una estrategia médica, es consciente de todo. El tema es ver cuáles son las condicionalidades que va a tener en la estructura del Estado dentro de un Gobierno que se autopercibe liberal, pero tiene dentro un montón de referentes que considero que son conservadores y reaccionarios. Quiero ver qué libertad va a tener para gestionar«, indicó Pablo Fazio, director de Pampa Hemp, empresario y presidente de la Cámara Argentina del Cannabis (Argencann).
Sobre el futuro de la industria del cannabis, Fazio sostuvo, «tenemos una tradición agrícola muy importante, y mucha gente pensó en salir a exportar flores, partiendo de un análisis que para mí es equivocado. La industria debe apuntar a la generación de valor, la incorporación de conocimiento y la creación de productos que incorporen al cannabis en diferentes categorías».
Producción: Eso que falta