Política

Un año del intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner

A un año del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, el Equipo de Investigación Política (EdIPo) de la revista Crisis realizó un informe especial que sistematiza y reconstruye los sucesos que llevaron al intento de magnicidio: “La violencia avanza». El trabajo fue una investigación de varios meses, que incluyó el seguimiento de formaciones internacionales de la derecha radicalizada y su versión argentina, encontrando que acá ese fenómeno tiene distintas terminales de conexión con el establishment y otras formas de organización.

Nicolás Pohl, integrante de EdIPo, contó que en colaboración con querellantes de la causa, «pudimos acceder a gran parte de las pruebas que presentó la defensa de Cristina para poder llevar a cabo la reconstrucción y la sistematización de este cúmulo de datos que se fueron conociendo de manera dispersa a lo largo de la agenda mediática«.

La investigación está armada en relación distintos ejes, en el primero de ellos se habla sobre las consecuencias del accionar del poder judicial y su vínculo con el envalentonamiento de algunos sectores en los días previos al atentado.

«A partir del 22 de agosto con el alegato final de Luciani, hay una especie de coordinación entre el sector judicial y los medios poderosos más concentrados en poner las cámaras en la casa de Cristina e incitar a que haya algún tipo de reacción contra ella. Así generó también su contraparte del bando de apoyo, lo que generó el clima de tensión constante«.

La segunda clave del informe tiene que ver con la derecha argentina radicalizada. «En sus orígenes estos grupos de derecha provienen de una derecha más histórica, pero con esta nueva derecha internacional nacida con Trump y Bolsonaro, empezaron a renovarse en discurso y en las formas de construcción de identidad política. En la pandemia estos distintos grupos se fueron encontrando también no solo por la discusión de las vacunas sino también por la de tránsito libre. Fueron tejiendo una narrativa común en contra del gobierno y de la situación general del país, ahí se vieron conectados por este espacio Nuevo Centro Derecha, llegó la gente de Libertad Avanza, Revolución Federal y gente del grupo de los Halcones de Bullrich«.

En la cuarta parte del informe hacen una invitación a “no fingir demencia”, desde el intento del magnicidio, «vimos que hubo una fuerte parálisis de la militancia a partir del miedo que esto generó. Por eso buscamos constituir una herramienta de trabajo colectivo que nos permitiera mapear de forma geolocalizada y dato-temporal los casos de violencia por parte de la derecha extrema radicalizada«. A partir de ello generaron una nueva plataforma en conjunto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denominada RADAR.

«Esta herramienta saldrá en los próximos días y está pensada como una instancia de autocuidado y de autodefensa para las militancias, el periodismo y todos aquellos que estén dispuestos a dar un paso al frente«, finalizó Pohl.

Producción: Eso que falta
Foto: Revista Crisis
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